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  10/05/2021

Keerti Melkote

Presidente de Aruba, compañía de HPE

Una de las muchas cosas que ha demostrado el año de la pandemia es que la humanidad no sabe vivir sin estar conectada. Una conectividad estable y segura será un requisito de las capacidades tecnológicas que van a incorporar las empresas y un componente prioritario de las inversiones en TI de los próximos años. Nada volverá a ser como antes, fue una de las premisas de la videoconferencia con Keerti Melkote, fundador de Aruba y hoy presidente tras su adquisición en 2015 por Hewlett Packard Enterprise. En 2020, la compañía hizo dos movimientos que articulan la conversación: presentó su plataforma ESP (Edge Services Platform) y adquirió la empresa Silver Peak por 925 millones de dólares.

Keerti Melkote

Históricamente, Aruba – fundada en 2002 – ha sido considerada como especialista en proveer soluciones de campus basadas en su profundo dominio de la tecnología WiFi. Actualmente, el enfoque dominante de Aruba ha pasado a ser el edge. Y durante su evento anual Atmosphere, demostró abundantes casos de uso de ESP, descrita por Melkote como “la infraestructura clave de la próxima década”.

Los resultados del trimestre cerrado en enero indican que a Aruba le han ido bien las cosas. Puede estar más o menos vinculado a su respuesta ante la pandemia, pero ¿cree que ese 13% de crecimiento en ingresos es sostenible?

Evidentemente, los resultados no se pueden separar de las circunstancias. Tras haber vivido una experiencia tan traumática, toda empresa y organización, incluso las más remolonas, habrán entendido que la digitalización es un imperativo insoslayable. Pero a la vez reconocen que el primer requisito de una inversión en conectividad es que sea segura, estable y fiable. Ahí es donde entra el papel de Aruba.

¿Se debe a que en mayor o menor medida el teletrabajo se mantendrá?

No es sólo el teletrabajo. En un primer momento, las empresas recurrieron a medidas de emergencia, soluciones bastante creativas pero que no podrían prolongar demasiado tiempo. A medida que la situación sanitaria vaya quedando atrás, el mundo recuperará formas anteriores de existencia social […] Para que ese retorno a la normalidad sea real, las infraestructuras  asumirán esa imparable tendencia a mover aplicaciones hacia la nube. Por esta razón, Aruba propone a las empresas una nueva arquitectura que llama Edge to Cloud […] Con la dificultad que supone hablar de plazos, creemos que será la tendencia dominante durante los próximos cuatro a cinco años

Últimamente, toda la industria TI proclama adhesión al edge con una coincidencia sorprendente […] Aruba ha estado entre las primeras

Habernos anticipado a la corriente nos ha dado oportunidad de observar las preferencias y prioridades de los clientes y, en consecuencia, hoy podemos reaccionar con rapidez. Usted conoce Aruba desde hace años,  hemos hablado varias veces y le constará que uno de los atributos de esta compañía es la innovación […] Los buenos resultados que hemos obtenido en medio de unas circunstancias tan excepcionales son consecuencia de que algunas cosas las habremos hecho mejor que los competidores […] Por eso hemos ganado cuota de mercado, que a su vez ha dado  estabilidad a la plataforma ESP, que hemos construido durante al menos durante un par de años.

¿En qué se diferencia la oferta edge de Aruba de la de sus competidores?

Básicamente, el mayor problema que plantea el edge es la complejidad intrínseca de todo despliegue distribuido. Hay preocupación manifiesta de muchos clientes sobre la necesidad de que las operaciones en el edge no les exijan asignar personal a la atención y mantenimiento de equipos; se añade a ello una complejidad que es mayor a la conocida en un datacenter. Estas son razones suficientes para haber colocado la inteligencia artificial en el corazón de nuestra plataforma ESP. Es la primera nativa de la nube con IA, que nos permite automatizar, unificar y proteger el edge. Hemos hecho un esfuerzo para alimentarla con algoritmos de IA de tal manera que podemos garantizar que opera con el rendimiento más alto y la mayor seguridad posible en cualquier entorno distribuido.

Recuerdo una frase de Antonio Neri [CEO de HPE] el año pasado, en la que definía el edge como “el lugar donde pasan las cosas”. Imagino que no va a desmentir a su jefe.

La recuerdo perfectamente porque cuando Antonio lo dijo yo estaba a su lado [risas]. El mundo ha atravesado más de un año de crisis sanitaria que ha sido un insólito campo de pruebas en todos los sentidos. No creo que nadie pueda tener dudas de que la experiencia dejará huella. En nuestra industria, va a significar que las arquitecturas anteriores a la Covid habrán quedado desfasadas y cuando antes se comprenda, mejor para todos.

¿Espera que esa comprensión se materialice pronto?

Lo que vemos a nuestro alrededor indica que el mercado ha entrado en una fase de aceleración. No es momento de sentarse a esperar y ver […] lo que no quiere decir que todos estén preparados, por una u otra razón. Cuando la vacunación sea realmente masiva, ojalá sea pronto, el mundo será más seguro y todos habremos aprendido unas cuantas lecciones que aplicar.

Entiendo que la estrategia de Aruba consista en acelerar el paso. Es lo que ha hecho en 2020 con la compra de Silver Peak

Nuestra estrategia se ha ido centrando en dotar de inteligencia al edge, y como tal la definíamos. Pero en cierto momento nos dimos cuenta de que no estábamos integrándola del todo bien con la nube. Esta convicción nos llevó a mediados del año pasado a adquirir Silver Peak, que aporta al portfolio de Aruba una robusta solución de seguridad en SD-WAN, con la que completar el stack que ponemos a disposición de los clientes. No lo vendemos como un producto, sino que lo hemos integrado en la plataforma. En nueve meses, puedo asegurarle que la adopción ha sido espectacular. Ahora mismo, estamos creciendo a razón de dos dígitos y ganando cuota de mercado.

Mucha gente identifica el edge con la corriente general del mercado hacia la nube […] El año pasado, precisamente en Atmosphere, usted sugirió que era un punto intermedio entre datacenter y cloud. ¿Podría recuperar el sentido de aquella frase?

Bueno, … lo que creo haber dicho y sigo pensando ahora mismo es lo siguiente. Muchos quieren creer que todo lo que existe se está yendo al modelo cloud, pero no necesariamente es así; hay un espacio llamado edge que no es una cosa ni la otra, y que está creciendo a una increíble velocidad. Por lo que creemos que el futuro le reserva un crecimiento muy superior al de otras categorías del mercado TI. Una enorme cantidad de nuevos datos se están generando en el edge y hará falta un alto nivel de automatización para que las cargas de trabajo consiguientes puedan explotar debidamente En muchos casos, será una cuestión de latencia, ya que decisiones importantes en tiempo real deberán tomarse sobre la base de esos datos que han sido capturados en el edge.

Al final del trayecto, una vez procesados, analizados y depurados, esos datos acabarán yendo a parar al datacenter o probablemente a alguna nube.   

Imagine que hablamos del edge como si fuera una turbina. Si queremos que opere a su máxima capacidad, las decisiones no pueden esperar, tenemos que ser capaces de controlarla en tiempo real. En Aruba creemos que hay casos de uso y fundamentos económicos más que suficientes como para que las empresas contemplen la conveniencia de hacer despliegues en el edge. Por supuesto, esto no significa que el cloud y los centros de datos vayan a perder importancia, ni mucho menos. Pero estamos convencidos de que los fenómenos más relevantes de la próxima década van a ocurrir en el edge.

Por favor, hábleme de los problemas de seguridad asociados. Zero Trust y SASE [Secure Access Service Edge] están en boca de todos en la industria. ¿Qué diferencia a Aruba de otros proveedores en materia de seguridad?

Usted sabe bien que la seguridad ha sido siempre uno de los pilares de nuestra estrategia. Sin ella nadie puede siquiera atreverse a competir en el mercado de infraestructuras. Pero, al mismo tiempo, seguridad resulta ser una palabra demasiado genérica. Distingamos tres tipos de compañías. Unas, pongamos que hablo de Cisco, han prosperado en este campo protegiendo los datos que están dentro del datacenter. Otras más jóvenes, en este caso citaré a Zscaler, han ganado predicamento gracias a que han nacido en la nube. ¿En qué se diferencia Aruba de esos dos tipos de compañía? En que somos nativos del edge y en que para nosotros la seguridad no es un silo Por supuesto, proteger el edge es imprescindible para cualquiera que tenga usuarios o dispositivos IoT desplegados en el edge. Entonces, claramente, nuestra plataforma incluye SASE, pero es interoperable con otros vendedores de seguridad, como Palo Alto Networks, cuya historia entronca con el datacenter o Zscaler, típico producto cloud.

Se habla mucho últimamente de Network-as-a-service (NaaS). Cisco ha hecho un anuncio reciente que, puede decirse, viene a validar esa tendencia. Pero ¿a qué se debe este movimiento de su principal rival?

A que el mercado no es inmutable. En el pasado, los clientes operaban sus propias infraestructuras, que han pasado a consumir con fórmulas de servicio […] Y se sienten confortables así. Nos complace que les interesen esas fórmulas para el edge del mismo modo que ya recurren a ellas en la nube. Es una tendencia de toda la industria, pero hay que admitir que HPE fue pionera con el lanzamiento de Greenlake. Y ya ve que otras compañías, como Dell o Cisco, la están siguiendo por el mismo camino. No necesito decirle que Aruba comparte el punto de vista con HPE.

Ya veo, pero no estoy seguro de entender las diferencias entre Aruba Central y Greenlake, aunque parten del mismo principio de reemplazar capex por opex […]

En ese caso, me da ocasión de aclararlo. Digamos que hay tres capas. La primera es simplemente el modelo SaaS: software como servicio. Eso es Aruba Central. La siguiente capa es de servicios gestionados: toma el hardware y el software para empaquetarlos con una fórmula de pago recurrente: tal vez usted conozca lo que hacemos con Siemens Gamesa, esto es un servicio gestionado. La tercera opción es Greenlake: usamos la misma marca que HPE con una misma plataforma. En las próximas semanas puede esperar novedades dentro de la promesa de Antonio [Neri] de que en 2022 todo nuestro portfolio estará disponible en régimen de pago por consumo.

Temo haber pasado un poco ligeramente por Cisco. Desde el principio ha sido el principal rival de Aruba. ¿En qué se diferencian en este momento las visiones de las dos compañías?

Cisco tiene motivos para seguir una estrategia que ve cada producto como un silo, mientras que Aruba propone una plataforma. En el primer caso, cada producto tiene su propia manera de gestionarse, monitorizarse y repararse si fuera el caso, no tiene debajo una arquitectura común que cubra el conjunto de posibilidades de uso. Lo que Cisco dice a sus clientes es: si quiere ir a cloud, compre Meraki; si prefiere on-premises, nuestra arquitectura es DNA. Realmente, son ofertas separadas. Esta es la primera y fundamental diferencia entre las dos arquitecturas

¿Podría explicarme con más detalle la contribución de Silver Peak a la oferta de Aruba?

En primer lugar, ha sido nuestra mayor adquisición en dieciocho años; lo que nos interesaba de Silver Peak era su capacidad de innovación en la WAN [red local de banda extensa, en la traducción canónica]. Obviamente, teníamos internamente capacidad de innovar en LAN, en WiFi o en IoT, pero necesitábamos incorporar talento familiarizado con la WAN.

Una pregunta final. Pasados seis años desde la absorción de Aruba por HPE, ¿qué justifica mantener la separación funcional entre las dos estructuras?  

A la primera: porque todos disfrutamos de lo mejor de dos mundos. De la agilidad y capacidad de ejecución que son propias del tamaño de Aruba y del alcance global de una gran organización como HPE. Y vamos a mantener este marco tanto tiempo como veamos que funciona.


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