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  7/01/2014

¿Chino, soltero y triste? Compre Ud.online

El contraste resulta chocante. Tanto El País como la revista Time han elegido como personaje del año al Papa Francisco, mientras el Financial Times se inclinaba por Jack Ma. Cualquiera podría explicar las razones de la primera opción, pero ¿por qué Jack Ma? El diario británico fundamenta así la suya: «[es] el padrino del fragmentario espíritu emprendedor chino, personifica el potencial y las contradicciones de Internet en su país […] Ha sido una figura de culto en China durante años, pero en 2013 ha captado la atención del mundo con la excitación que provoca el anuncio de una venta de acciones que fijaría inicialmente el valor de su grupo, Alibaba, en más de 100.000 millones de dólares».

En un país que, según creen muchos occidentales, debe su éxito a la habilidad para copiar ideas ajenas, Jack Ma es un adelantado. Sus compatriotas han copiado modelos de negocio – de Google, Amazon o Twitter – pero Ma Yun (su nombre en chino) tuvo antes, en 1999, esta ocurrencia: «los cerebros chinos son tan buenos como los de cualquiera; podemos competir con los americanos», una de las frases con las que aleccionó a un grupo de jóvenes reunido en su apartamento. Vista hoy en vídeo la escena parece el acto fundacional de una secta, pero el resultado ha sido el impetuoso desarrollo de Alibaba.

Los acólitos que en 1999 acompañaron a Ma en la fundación de Alibaba fueron 17, no 40 [es broma]. Según el diario londinense, lo que les une todavía es un cóctel de fe inquebrantable, capacidad de liderazgo y un toque de autoritarismo que hasta ahora ha funcionado. Hoy día, las ventas de Alibaba superan la suma de las de eBay y Amazon, y representan algo así como el 2% del PIB chino, que ya es decir. El 70% de las entregas de paquetes en China se generan por pedidos a la compañía, que controla el 80% de las transacciones de comercio electrónico del país, a través de sus dos sites principales, Taobao y Tmail. La escala de Alibaba y de su sistema de pagos AliPay – calcado de PayPal – le da una ventaja incuestionable.

La inspiración, según ha contado Ma, le vino cuando le tocó acompañar como guía a un visitante ilustre, el confundador de Yahoo!, Jerry Yang. De aquel encuentro surgió algo más que una amistad: en 2005, Yahoo! pagó 1.000 millones de dólares por el 40% de Alibaba y dejó en manos de Ma la gestión de sus operaciones en China. La compañía californiana aún posee el 24% de las acciones de su socio chino, uno de sus activos más valiosos.

La última hazaña de Ma ha sido el Día del Soltero, el 11 de noviembre del año pasado, una iniciativa que Alibaba promueve cada año desde 2009. En 2013, trituró todos los récords de venta online: en 24 horas, el equivalente a unos 4.100 millones de euros. ¿Cómo se explica esta locura consumista y por qué se concentra en un solo día? Un poco de sociología de manual no vendrá mal para entenderlo.

Primero, ¿por qué el día del soltero? Las políticas de hijo único y la preferencia por el varón, vigentes desde los 70, han reducido en un 400 millones el número de nacimientos potenciales, lo que ha tenido un efecto indeseable, el desequilibrio demográfico de 1,2 hombres por cada mujer. Se calcula que en 2020 un 15% de los varones en edad núbil no encontrará pareja; dicho de otra manera, habrá entre 30 y 40 millones de solteros (en mandarín, almas desnudas), y ello a pesar de que las leyes reguladoras de la natalidad han sido prácticamente abolidas recientemente.

Los académicos aseguran que la demografía es el mayor de los problemas chinos. La esperanza de vida, que era de 35 años en 1949, cuando Mao tomó el poder, ha subido hasta los 75 años, y al tratar de equilibrar la tendencia las autoridades han creado otro problema: todas las previsiones apuntan que China vivirá un rápido tránsito del excedente de mano de obra a su escasez: de hecho, en 2011 se ha reducido por primera vez, un fenómeno comparable al que Japón vivió en torno a 1990, antes de entrar en un prolongado estancamiento.

Tan acuciante es el problema de la soltería que no hay manera de igualar la oferta (femenina) con la demanda (masculina). Dicen que los hombres solteros chinos están tristes y melancólicos. Este parece ser el fundamento del Día del Soltero, un remedo de San Valentín en un país en el que tan difícil es enamorarse. Si un soltero tiene que celebrar su día en soledad, qué mejor manera de combatir la tristeza comprando – lo que sea – por Internet. Por esta y otras vías, el comercio electrónico ha devenido en un estilo de vida, una terapia consumista que refuerza el sistema económico y no cuestiona para nada el régimen político. Como dice Jack Ma, «11.11 no es sólo un número, sino un símbolo para impulsar un entorno de consumo saludable» (sic).

En el primer minuto del Día del Soltero 2013, los sites de Alibaba registraron 340.000 transacciones; pasada una hora ya superaban los 6.000 millones de yuanes (710 millones de euros) en ventas. A mediodía, la cifra era tres veces superior, y equivalía al total del Día del Soltero anterior, duplicando así la cifra del Cyber Monday americano de 2012. A medianoche, ya se ha dicho, se alcanzaba el récord de 34.000 millones de yuanes.

«La afinidad de los chinos con la compra online es inmune al desaliento», comenta Financial Times en su apología del personaje del año. No es de extrañar: una botella de Maotai, un licor tradicional, podía comprarse por 1 yuan, pero sólo durante algunos minutos a lo largo del día, lo que bien podría llamarse ´el minuto feliz`. Más de 400 millones de personas – el doble que en 2012 – visitaron los dos marketplace de Alibaba, y según parece los artículos más vendidos fueron smartphones, jerseis y lencería, aunque un concesionario de automóviles colocó 13.000 coches sin necesidad de ningún plan PIVE.

La mayoría de los analistas predice que China superará pronto a Estados Unidos como el mayor mercado de comercio electrónico, y esto es lo que pretende subrayar la proclamación de Jack Ma como personaje del año. Alibaba espera triplicar las transacciones en sus marketplace – uno de consumer-to-consumer, Taobao, y otro de business-to-consumer, Tmail – en 2016. Y eso que China «sólo» cuenta con 600 millones de usuarios de Internet en una población de 1.300 millones.

La fortuna personal de Jack Ma se calcula en unos 7.100 millones de dólares, cifra que lo eleva a la octava posición en el ranking de ricos chinos. Pero, a sus 48 años, dice haber decidido que se alejará de la línea ejecutiva del grupo para ocuparse de los grandes problemas de su país, en particular la contaminación ambiental. La ambición de Ma es política en sentido sentido amplio.

De momento, su discurso suena así: «debido a la baja calidad del agua y el aire, así como la seguridad alimentaria, en 10 o 20 años China se verá abocada a una serie de problemas relacionados con la salud, entre ellos un incremento del cáncer. Este es un área en el que vamos a invertir tiempo y dinero», asegura. Su segundo foco será la cultura y la educación, porque «si no nos esforzamos en estos campos, la juventud china crecerá con los bolsillos llenos pero con una mentalidad superficial».

¿Es sincero el interés de Ma en el medio ambiente? Mientras llega la hora de la respuesta empírica, hay que quedarse con otra frase del personaje: «tal como Internet ha revolucionado el comercio minorista, creemos que pasará lo mismo con las finanzas, la educación y la salud; una vez que se alcance un nivel más alto de acceso, el espíritu de igualdad y transparencia que es el corazón de Internet hará posible que la sociedad china salte etapas en su desarrollo hacia una infraestructura social e institucional más poderosa»

¿Ha nacido un nuevo gurú? Algunos competidores aseguran que el éxito y la adulación permanente se le han subido a la cabeza, haciendo que Ma se sienta confiado en su propio mesianismo. Un alto ejecutivo de Alibaba, un tal Hao Wu, reconoce que «en China, Jack es tan idolatrado como lo era Steve Jobs en Estados Unidos». ¡Vaya, ahí tenemos otro personaje del año, que lo fue en 2010 para Time y el Financial Times al mismo tiempo!

Es un hecho que, fuera de la élite dirigente del partido comunista, es difícil encontrar en China un individuo que tenga mayor influencia sobre la vida de sus conciudadanos. El Día del Soltero ha sido calificado como un truco publicitario por el estatal Diario del Pueblo, pero sus resultados de 2013 vienen muy bien al gobierno de Li Keqiang, que se enfrenta a una moderación del crecimiento económico basado en la exportación, a la vez que necesita estimular la demanda interna.

Pero los negocios son los negocios. Alibaba prepara meticulosamente su salida a bolsa. Parecía que sería en Hong Kong, pero Ma ha cambiado de idea, y ahora se inclina por una OPV en Nueva York, que tendría una obvia ventaja, facilitar la internacionalización del grupo, al que China empieza a resultarle pequeño. Si los cálculos de los analistas tienen algún sentido, el precio resultante de la operación podría equivaler a una capitalización total de entre 85.000 y 100.000 millones de dólares. Sería, dice, la mayor salida a bolsa de una empresa tecnológica desde la de Facebook. ¡Ábrete Sésamo!


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