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  19/11/2013

19Nov

Nunca es tarde si la dicha es buena. Si conocieran el refranero español, de así hubieran respondido a sus críticos los directivos de EMC que la semana pasada presentaron el secreto peor guardado de la compañía – y muy discretamente revelado – su esperada plataforma de almacenamiento full-flash XtremIO, fruto de la adquisición en mayo de 2012 de una compañía israelí del mismo nombre. Es innegable que EMC se incorpora tarde a una corriente de la que se han nutrido sus competidores y a la que se ha resistido con juiciosos argumentos. Como líder indiscutido del mercado de almacenamiento, ha podido demorar el salto hasta que se dieran las condiciones, y parece que por fin se han dado, desde su punto de vista.

Hasta ahora, para que la adopción de flash desbordara ciertos nichos de mercado, la barrera ha sido el coste. Esto explica que los proveedores clásicos de almacenamiento se inclinaran por fórmulas híbridas, que les permitían estar en el ajo sin arriesgar, supeditando su estrategia flash a la evolución calculada de su clientela. En la práctica, la tecnología flash está incorporada, en mayor o menor medida, a la oferta de todos los proveedores de almacenamiento, incluído EMC. Cosa distinta es dar el salto al concepto AFA (all-flash-array): era tanto más sencillo cuanto menor fuera la base instalada.

No menos de una decena de compañías jóvenes – es decir, sin compromisos con una base de clientes – han desarrollado sus productos flash sobre la hipótesis de que EMC llegaría tarde , necesariamente tarde. La presión ha surtido efecto, porque finalmente toda la industria ha tomado posiciones competitivas.

Empecemos por los clásicos. NetApp, que ya tiene elementos flash a varios niveles en su catálogo, anunció en marzo el proyecto FlashRay, que espera tener disponible a comienzos de 2014. HP desveló en junio una versión all-flash de su familia de cabinas 3-PAR. IBM adquirió una empresa pionera, Texas Memory, para no quedar fuera de esta carrera. Dell ha añadido esta tecnología, en versiones full o híbridas, a sus cabinas Compellent. Con ironía, HDS da las grascias a EMC por llamar la atención sobre una tecnología que dice tener disponible desde hace más de un año. En general, estos competidores tradicionales tienden a apuntar que la novedad de EMC lo es menos, que crea otro silo, en lugar de facilitar la integración con su base instalada. Violin Memory, con menos tradición, se pregunta cuánto tardará XtremeIO en canibalizar una parte de la base instalada de EMC, con la que obtiene márgenes a los que no quisiera renunciar.

El efecto mariposa ha llegado hasta Cisco, que este verano absorbió Whiptail http://www.norbertogallego.com/una-startup-que-no-se-ve-como-tal/2012/11/22/ , pequeño especialista en almacenamiento flash, pero no para de insistir en que su propósito es incorporar esa tecnología a sus servidores UCS, pero de ninguna manera prepararse competir con EMC, su aliada en el mercado.

La presión atmosférica puede medirse por la reacción de Pure Storage, adalid contumaz del todo-flash http://www.norbertogallego.com/el-mana-cae-sobre-el-almacenamiento-flash/2013/09/25/ . Scott Dietzen, su CEO, escribe en su blog que la tecnología de EMC es similar a la suya, sólo que llega tres años después, pero deja caer este corolario: «realmente, tanto ellos como nosotros estamos solos, porque los competidores mutuos vienen muy rezagados». Queda por ver qué efectos tendrá la entrada de EMC en el despertar de la demanda y, sobre todo, en los niveles de precio, aspecto que acabará por ser decisivo.

Soy consciente de que a muchos lectores, esta historia les cae lejos de su actividad profesional, si es ajena a este segmento del mercado. Pero hasta el menos curioso de ellos podrá reconocer una experiencia interesante de cómo se configura la competencia entre distintos perfiles de rivalidad, en una industria con fuerte innovación y que sigue creciendo a distintas velocidades y en según qué categorías.


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