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  23/01/2017

Bask Iyer

CIO de VMware y Director General de su división IoT. CIO de Dell EMC

Durante once años, Bask Iyer fue el CIO del conglomerado Honeywell, durante otros cuatro ocupó el mismo puesto en Juniper Networks. Desde marzo de 2015 es el CIO de VMware, y este historial explica por sí mismo el interés de este blog aprovechando su paso por Barcelona. Pero en esa combinación de experiencia industrial y la gestión de una infraestructura TI crítica está la razón por la que simultanea su función como responsable de la nube privada de VMware con la dirección de las actividades de esta en Internet de las Cosas. Hay más: desde que se concretó la fusión entre Dell y EMC, es también el CIO encargado de conjugar las infraestructuras del grupo, que controla el 80% de VMware.

Bask Iyer

Bask Iyer

Me tienen perplejo sus múltiples roles. Si le parece, empecemos por el original como CIO de VMware. Seguramente es una de las grandes nubes privadas existentes, con el rasgo de ser de una empresa que tiene a la vez una oferta de nube pública y postula las ventajas de la hibridez. ¿Me puede explicar el contenido de su papel?

Hasta incorporarme a VMware, mis funciones como CIO solían consistir en que los trenes llegaran a su hora. Metafóricamente [risas]. En que los procesos se entregara, que el e-mail funcionara, que la red no tuviera fallos, etcétera. Una vez que has resuelto esas ´pequeñas cosas` te dicen que te hagas cargo de tu propia transición digital. Alguna vez me han preguntado ¿es usted un CIO digital? Bueno,… mucha gente piensa que es suficiente con invocar en abstracto la digitalización, pero la verdad es que nadie puede ser realmente digital sin haber cumplido con lo más básico. Lo primero que tuve que hacer en VMware, al llegar en 2015, fue transformar el datacenter en nube privada, y entonces descubrí que si mi nube privada funciona debidamente, habré adquirido una capacidad de manejar los costes mucho mejor que en una nube pública [..]

Eso no es lo que dice el marketing de los proveedores de cloud pública.

Entre las rutinas de mi cargo está el benchmarking, comparar nuestra nube privada con las distintas nubes públicas. Conclusión: somos más flexibles y somos probadamente seguros. Sobre todo si queremos añadir prestaciones móviles. Esta fue una de las razones por las que se me encargó la responsabilidad sobre IoT. Luego, recientemente, fui designado CIO de Dell EMC, con la misión de crear una infraestructura común que, no hace falta decirlo, será una nube privada. Para mí esta ha sido la ocasión perfecta para detenerme a pensar qué clase de transformación digital se puede hacer a partir de las organizaciones preexistentes. Uno puede, por ejemplo, construir la mayor nube privada posible, y luego preguntarse si, además de construirla, sabe hacer que sea la más eficiente. Le aseguro que no es lo mismo.

¿Qué ventajas tiene una cloud privada sobre una cloud pública?

Es mucho lo que se puede hacer en una nube pública, cada vez se puede hacer más. Pero no se puede hacer todo. Pasarán años antes de que la mayor parte de las cargas de trabajo puedan migrarse a cloud pública. Es evidente que para ciertas cargas, esta presenta ventajas: si tienes que afrontar una campaña navideña, lo más sensato será apoyarte en una nube pública; no tendría sentido comprar servidores para atender un pico temporal de demanda. Todos sabemos que la mayor parte de las cargas son predecibles y que alguna aplicaciones son menos exigentes que otras. O menos urgentes.

En realidad, VMware se coloca a medio camino, defiende la hibridez…

Para nosotros, la oportunidad híbrida consiste en tener capacidad de combinar las cualidades de ambos modelos: necesitas velocidad que tu propia capacidad no te permite, o no tienes suficiente capital para dimensionar tu centro de datos. En estos caso, y en otros, puedes montar un prototipo en una cloud pública y, en paralelo, ganar tiempo para construir tu capacidad interna. Son opciones que te facilita la hibridez. Como usted sabe, VMware ofrece esas opciones: el cliente puede llevar su carga privado a una nube pública… y regresar, devolverla a su origen. Creo que es importante para las empresas tener esa posibilidad. Por supuesto, las nubes públicas son una alternativa que está en la oferta de VMware, si el cliente la prefiere: Amazon, IBM, los partners de vCloud Air Network están ahí para que nuestros clientes no tengan que poner todos los huevos en una cesta. Nadie puede ser líder en todo […]

¿Puedo entenderlo como una alusión a Amazon Web Services? Los CIOs de grandes organizaciones no se fían de AWS, excepto para determinadas aplicaciones, o para ciertos departamentos…

Es una afirmación demasiado tajante. No creo que lo que llaman shadow IT sea un problema real: hay mucho trabajo que un CIO puede hacer internamente, y yo mismo suelo transmitir a los CIO de algunos clientes qué solución hemos dado a tal o cual problema que ellos tienen delante. A los mejores CIO les gusta tener opciones, pero son los mejores por no dejarse llevar por exageraciones. Si se cae en el el extremo de afirmar que todo, se puede llevar a una nube pública, es lógico que aparezcan recelos: seguridad, propiedad intelectual, costes, flexibilidad, son argumentos plausibles para dudar antes de decidirse.

Esto me lleva a preguntar por la evolución del datacenter, el tránsito desde el modelo tradicional al de nube privada […]

Número uno, número dos y número tres: automatización. La primera diferencia entre un centro de datos tradicional y una nube, sea esta privada o pública, es que aquel requiere más personas. Lo bueno de la cloud privada es su ligereza. Tampoco verá usted muchos individuos implicados en una cloud pública. En cambio, cualquier gran organización emplea mucha gente en sus infraestructuras, a menos que se hayan decantado por alguna forma de cloud. Lo cierto es que muchas veces los que trabajan en un datacenter procuran no pronunciar la palabra cloud, debe ser algo supersticioso [risas]

¿Diría usted que la infraestructura TI de VMware es un banco de pruebas de la innovación que pretende llevar al datacenter de sus clientes?

Absolutamente. Un ejemplo es lo que internamente llamamos ´hands-on lab`, donde nuestros clientes vienen a probar el software de VMware. Está concebido como una nube privada, con miles de máquinas virtuales, y es la misma nube en la que explotamos el ERP de la compañía. A veces, una parte de mí mismo se rebela y me desafía: ´¿estás seguro de no hay ningún peligro en que esos extraños anden merodeando?` Se me pasa rápido [risas].

¿Es la misma infraestructura que vale para uso interno y para las pruebas de los clientes?

La misma. Y es la misma arquitectura cloud, es lo que preocupa a mi otro yo [risas]. Lo que me tranquiliza es ver que está bien gestionada, bien segmentada… Si me pongo en la piel de un CIO de otra empresa, puedo entender su psicología.

¿Está creando Internet una nueva generación de CIO con otra mentalidad, una renovación en esta función corporativa? Algunos han acuñado la expresión ageism […].

Depende de cómo se vea. Personalmente no creo que la edad del CIO sea un problema. Lo más importante en este puesto es tener voluntad de aprender: con más frecuencia de lo que se confiesa, un CIO con cierto poder de decisión puede sentir que lo sabe todo. En esa sensación se originan muchos errores,…a menos que tengas la curiosidad y la humildad de preguntar cómo funcionan las cosas, en qué consisten las diferencias. Mi trabajo ha cambiado mucho a lo largo de los años; si no fuera así, tendría derecho a sentirme aburrido: hacer siempre lo mismo es disuasorio. En el último cuarto de siglo, cada año he visto nacer nuevas tecnología y he surfeado varias olas […]

Pasemos a su segundo trabajo, como director general de IoT en VMware. Se habla muchísimo de IoT, pero apenas se habla del impacto sobre las infraestructuras TI […]

Tiene razón, pero hay una explicación histórica. Al comienzo de mi carrera, en 1990, mi trabajo era dar soporte a la automatización industrial en Johnson & Johnson. Robótica, código de barras, sensores,… de eso se trataba. Había lo que se llamaba, y se llama, Operational Technology (OT), de modo que la gente de IT no tenía nada que ver ni quería saber nada; la verdad es que nosotros tampoco dejábamos que metieran sus narices en la planta.

[…] aquellas plantas no estaban conectadas con las TI.

No hacía falta actualizar el software, porque la mayor parte del tiempo la planta no estaba conectada con nada; lo único que importaba era cumplir con la producción. Bueno, esto ha cambiado radicalmente: hoy todo está conectado, todo es actualizable, todo es gestionable. Lo que vemos es que muchas pruebas piloto se están pasando a escala real: hay cientos o miles de dispositivos en una planta que necesitan actualización, y sería estúpido pretender que esta se haga mediante un USB […] Aun así, sigue pasando que alguna gente de OT, con un orgullo mal entendido, se desentiende del asunto, y le pasa el problema a los de IT: «oye, mira, creo que esto van con Unix o con Linux, así que ocúpate tú, por favor» [risas]

¿Es sólo una cuestión de escala?

No, no sólo. Es una cuestión a la que el CIO tiene que prestar atención, porque el CEO se lo va a preguntar. Si la planta no estuviera conectada a Internet, no tendría ese problema, tendría otro: su productividad y su eficiencia estarían cuestionadas dentro de la empresa […] Lo que hemos hecho es desarrollar un software open source que se comunica con el gateway de los dispositivos industriales; lo llamamos LIoTA [Little IoT Agent] y no es otra cosa que un modo fácil de conectar todos los sensores; entre sí. También tenemos un protocolo llamado ICE, que ponemos en el gateway para que todos puedan actualizarse desde un punto central. Por otra parte, estamos trabajando en la virtualización de todo esto, con lo que quiero decir que, para VMware, IoT plantea problemas similares a los que plantea un datacenter.

[…] Las iniciativas en IoT están planteando problemas que son críticos en el mundo TI. En el coche conectado, por ejemplo, VMware colabora con varios fabricantes ¿con qué finalidad?

Normalmente, si compro un coche caro, al llegar a casa habrá perdido valor: he pagado 70.000 dólares por algo que, una vez en el garaje,valdrá 50.000. ¿Le parece normal? Bueno, lo que pasa es que en ese momento ya tendrá una actualización de software, y ese es el momento en el que le vea sentido a haber comprado un coche caro. ¡Fabuloso! [risas]. Yo soy un comprador no convencional, y lo que me pregunto es si tengo el software apropiado para el coche que yo he escogido y por el que he pagado mucho dinero. En general, los fabricantes tienen otras cosas en la cabeza, que todo funciones, pero en principio el software no es su oficio.

Se supone que el software debería ser actualizable como un smartphone, pero no es así… todavía.

Ahí tenemos que llegar, y esa es la razón por la que colaboramos con varios fabricantes. Hablábamos antes de la diferencia entre nube pública y privada,… pues bien: cuando se trata de tiempo real, el principal atributo es la velocidad de conexión. No se puede enviar los datos a una nube pública, por baja que sea su latencia: se necesita lo que Michael Dell ha definido como una nube privada en una caja. ¿Le suena bien? Este es nuestro objetivo


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