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  4/02/2019

Enrique Blanco

CTO Global de Telefónica

La introducción de las redes 5G será una auténtica metamorfosis. Mucho más de lo que en su día fuera 4G: afectará a toda la estructura del mercado, las inversiones, las estrategias y planes de negocio, influirá sobre industrias que aún no atisban su potencial… Por no mencionar la confusión de los usuarios. El  runrún mediático alcanzará otro cénit en el próximo Mobile World Congress, ¿se aprecia una demanda tangible que requiera 5G? Así empezó una hora larga de conversación, en la que Blanco afirmó taxativamente que Telefónica estará preparada cuando sea necesario para competir en España y en otros mercados europeos donde opera. “Nadie desplegará una red 5G tan rápidamente y con la misma eficiencia”.

Enrique Blanco

En 2019, en algún lugar del mundo, un operador X o Y pondrá en marcha un servicio comercial sobre 5G. No será en España ni será Telefónica […]

Defina servicio comercial.

Que un usuario pueda comunicarse por una red 5G con un dispositivo preparado para esa red y disponer de un servicio diferente al que hoy tiene. No necesariamente con un Smartphone. ¿Cuál es el estado actual de la tecnología que lo permita?

Hay un estándar cerrado para la pura radio, cuyo nombre es autodefinido: 5G New Radio. Estamos en el release 15, pero lo que realmente importa es que permite funcionalidades asociadas a 5G, casi todas para tres bandas del espectro. Nuestros clientes reclaman cada día más datos y en algunos países multiplicamos por dos el tráfico año tras año. Por supuesto, para cursar más datos se necesita espectro. Entre otras previsiones, Telefónica está dando los pasos para gestionar de manera más eficiente el espectro que ha adquirido: refarming de frecuencias, más portadoras,  Massive MIMO, protocolos que hemos definido para que 5F soporte más densidad  pero nos ha parecido oportuno incorporarlos en 4G. A veces pienso que, de tanto comparar una G con la siguiente, la prensa no ha cogido el mensaje fundamental: todas las funcionalidades de 5G que necesitamos para dar servicio a los clientes de Telefónica, ya las hemos incorporado a nuestras redes 4G.

[…] con lo que se prolongaría la vida útil de 4G.

No es el objetivo. Se trata de dar siempre el mejor servicio posible sobre las redes en activo. Para mí, 4G y 5G son conceptos abstractos si a continuación no digo qué servicios ofrezco a mis clientes.

Pues a ese paso, hará falta más espectro, además de optimizar el disponible.

Cierto, pero hoy se trabaja básicamente en dos bandas para 5G, por  debajo de los 6 gigahercios, y eventualmente en las bandas altas entre 26 y 28 GHz […] Si fuera preciso dar servicio 5G, Telefónica lo daría en la llamada banda C, que va de 3,4 a 3,6 GHz. Sería la natural para empezar haciendo uso del estándar 5G New Radio. Estamos, junto con los  proveedores, en la primera ola de lo que se denomina non-stand alone. Básicamente, donde ya tenemos una antena Single RAN, con 2G, 3G o 4G, se despliega una antena 5G New Radio o una cabeza que la soporta y se hace evolucionar el packet core, de manera que pueda soportar todas las generaciones simultáneamente.

¿Para prestar qué servicios?

Hablo de una implementación limitada en servicios; soporta los orientados a que un smartphone sea capaz de voz y datos de modo similar a lo que hace 4G. Pero si comparo un 5G puro en transmisión de datos con un dispositivo Massive MIMO en 4G, puedo descubrir que mi cliente disfruta de un pico de 800 Mb/s mientras que con 5G puedo darle 1 Gb/s. Puntualmente y hablando de picos.

No es todo ¿Qué hay de la latencia?

Estará por debajo de 10 milisegundos. No es evidente que un dispositivo de los que está preparando la industria vaya a percibir la diferencia entre los 40 ms de hoy y los 10 ms posibles.

¿En qué punto se encuentran las pruebas anunciadas por Telefónica?

Las hacemos con non-stand alone en ciertas ciudades; nos marcamos como requisito asegurar nuestra capacidad de competir con la calidad e interoperabilidad necesarias, [porque] una característica de non-stand alone es que garantiza la interoperabilidad entre 4G y 5G sólo entre estaciones base de un mismo proveedor.

¿Está diciendo que Telefónica podría desplegar rápidamente, llegado el caso?

Más rápidamente, desde luego. Nuestro liderazgo en la virtualización de la red nos permitiría desplegar en mejores condiciones que un competidor, siempre que las circunstancias del mercado lo aconsejaran y existiera una masa crítica de clientes y/o servicios que lo hagan rentable.

¿Por qué?

[…] Porque 5G es puro cloud. Con independencia de la tecnología de antenas, es una estructura ´cloudificada` y la menos ´cloudificada` es la non-stand alone, que obliga a mantener la banda base para 4G […]

Me ronda la pregunta inicial ¿Para cuándo un servicio comercial?

Acotemos: hablo de los países europeos en los que opera Telefónica. Si en uno de ellos tuviéramos que lanzar un servicio 5G por razones de mercado, haríamos un despliegue de antenas para dar capacidad en zonas densas, porque en las no densas podríamos seguir con 4G, a condición de que la transición sea transparente para el usuario cuando pasa de una zona a otra. Por tanto, nuestra capacidad de competir sería inmediata, con una condición: que el servicio genere valor y en consecuencia ingresos. Estará subordinada a la oportunidad comercial […]

Imagino que no dará detalles [risas]

Es que no me corresponde. Mi responsabilidad es garantizar que la compañía tiene la tecnología para ser competitiva en todos los mercados en los que opera, y esto significa que cada despliegue se haga a coste competitivo. Si en un determinado mercado Telefónica no pudiera competir por  no tener la tecnología, por tardar más de la cuenta o por ser más cara, entonces yo no estaría haciendo bien mi trabajo […]

Supongamos que en España se da esa oportunidad comercial. ¿Cuánto tiempo necesitaría para responder tecnológicamente?

En cualquiera de los escenarios imaginables en España, si Telefónica tuviera que reaccionar desplegando 5G non-stand alone, tendría capacidad  inmediatamente. Nadie podría desplegar tan rápidamente ni hacerlo con una eficiencia equivalente. Esto, gracias a que hemos hecho el trabajo previo de virtualización.

La siguiente fase de estandarización, stand-alone se espera en 2020, ¿Qué ventajas competitivas añadirá?

En su momento, permitirá que empecemos a desplegar con más diversidad […] Desplegar radio 5G sobre puntos existentes con Single RAN de proveedores diferentes, teniendo un packet core que gestione todas las tecnologías de radio. Lo importante será disponer de la funcionalidad y la densidad asociadas a un servicio masivo, como tiene que ser IoT. Esto será lo determinante, pero no antes de 2021 o 2022. La tecnología estará a finales de 2020 pero se podría desplegar en los dos años siguientes.

¿No podría hacerse en menos tiempo, una vez aprobado el estándar?

Quizá, si en los paquetes de IoT asociados a stand alone hubiera servicios que conllevaran aplicaciones intensivas para vehículos o para ciertas industrias […] que representasen una oportunidad comercial razonable. En este caso podría justificarse un adelanto.

Durante años se ha hablado de IoT tanto y con tanto fervor que esperar hasta 2022 deja algo de perplejidad […]

No es un calendario caprichoso. El stand-alone será lo que permita iniciar  un despliegue masivo para IoT con una latencia realmente buena. Para ello será necesario que todas las estaciones base, todas, tengan conexión de fibra con al menos 5 Gb/s. Hoy por hoy, en las de 4G es suficiente tener 2 Gb/s, por eso estamos trabajando para alcanzar los 5 Gb/s y luego los  10 GB/s. Pero hay otra pieza de la que otros no hablan, la virtualización […] La verdad es que no hablan porque no tienen la orquestación que ha desarrollado Telefónica.

De virtualización ya hemos hablado en ocasiones anteriores.

Es un punto clave, en el que Telefónica puede compararse con AT&T, que en su momento definió una estrategia de virtualización dimensionada para su territorio. Nosotros la hemos orientado a la topología de nuestra arquitectura, una red puramente ´cloudificada`, nativa desde cero.

¿Qué le preocupa más en este momento?

No estoy preocupado sino muy ocupado. Haciendo pruebas en la banda C y también en las bandas altas. Además, buscando alternativas al modelo de despliegue tradicional de radio. Ahora mismo, la radio es cosa de tres o  cuatro. En casi todo el mundo, salvo un par de excepciones como son Japón y Corea.

¿En qué sentido dice alternativas?

En el sentido de buscar soluciones orquestadas que hagan factibles otras posibilidades […] Buscamos abrir el mercado, pero lo abriremos por piezas. En OpenRAN caben otros escenarios, al margen de los fabricantes que todos conocemos. No basta tener la  tecnología, hay que desplegarla: tenga en cuenta que en la huella de Telefónica desplegamos decenas de miles de estaciones base cada año […] En 2019 y 2020 vamos a  experimentar con OpenRAN en varios de nuestros mercados. Luego, en 2021-2022 queremos estar en condiciones de desplegar 5G de manera mucho más eficiente y con otros actores que podrían oxigenar el mercado.

Si he entendido algo, es que el beneficio inmediato que 5G puede añadir a un smartphone es relativo. ¿Con qué horizonte está trabajando Telefónica?

Creo que lo he dicho antes.  Si – atención  al condicional – el despliegue inicial de 5G estuviera asociado a clientes de alto valor, con poder adquisitivo como para adquirir dispositivos 5G, no tenga la menor duda de que Telefónica competirá en ese nicho de mercado. Si tuviera que hacer un despliegue táctico para dar servicio a esos clientes, podría batir a los competidores dando una mejor experiencia de usuario. Si esto fuera lo primero que nos pidiera el área comercial de la compañía, estamos tecnológicamente preparados.

Interpreto que la demanda provendría principalmente de ciertos verticales. ¿Qué condiciones deberían reunirse?

La primera, no pensar en 5G como pensábamos en 4G. En un horizonte largo, digamos de 2025 a 2030, la solución no será tener un autobús más grande sino pasajeros más pequeños [risas]. La analogía me vale porque los dispositivos IoT son muy pequeños pero serán tantos en una determinada área que la señalización 4G no podría soportar la sobrecarga cuando intenten conectarse a la red al mismo tiempo, como cabe esperar.

Ciertamente 2030 parece lejano […] Me inclino por preguntar por qué razón la demanda existente y la  previsible a corto plazo no pueden atenderse con 4G […]

Partamos de la base de que nuestros clientes van a seguir duplicando su tráfico año tras año y que esto ocurrirá en todos los mercados en los que estamos. Entonces, la pregunta debería ser ¿en qué momento nos quedaremos sin espectro? o ¿cuándo nos va a faltar capacidad para atender más clientes? No son hipótesis teóricas; sabemos que ahora tenemos espectro suficiente para los próximos años, ahí no está el  problema […] Pero el futuro de 5G no reside en las personas sino en las  máquinas. No es sólo que nuestros clientes van a requerir del espectro, que también, sino de que habrá cada vez muchos más dispositivos conectados. Decenas de miles de millones de dispositivos que, individualmente, consumirán poquísimo espectro pero en conjunto van a llevar la capacidad instalada al límite. En consecuencia, 4G no podría soportar la sobrecarga, pero 5G sí podría, porque está concebida para densidades que hoy igual nos parecen enormes pero llegará un momento en el que las consideremos normales.

Bien, pero ¿cómo se monetizarán los despliegues de 5G?

Mi competencia es asegurar que la compañía está preparada para soportar los tráficos de vídeo que tenemos, con más de 6 millones de clientes que consumen más de 160 gigas al mes cada uno. Sí, como lo oye: un cliente medio de móvil en 4G consume entre 4 y 8 gigas, uno de fibra puede superar los 200 gigas. ¿Tengo el core de mi red preparado?   ¿Tengo el backhaul que necesito? ¿Está asegurada la conexión entre el edge y el core? De esto nos ocupamos.

¿Está preparado por si sucede? 

No. Telefónica está preparada para que suceda. Porque no hay duda de que va a suceder.

¿Cuál es el timeline?

Una vez quede cerrado el stand alone, entre 2021 y 2022 esperamos tener despliegues asociados a IoT, aparte de soportar terminales 5G. Empezarán a generalizarse entre 2022 y 2023, dependiendo de la penetración que alcance el mercado IoT. Paralelamente, seguiremos trabajando en OpenRAN, con el propósito de que los proveedores sean más de tres o cuatro.

¿Piensa mover el casting de suministradores?

No lo veo así. En primer lugar: a partir de 2022, cuando estemos en la fase de despliegues masivos de 5G, tendremos que penetrar por encima de los 6 GHz y  los elementos radiantes tendrán que estar más cerca del cliente. Este será un cambio con consecuencias. Mi convicción personal es que vamos a simplificar mucho las redes y a desplegar más cerca del usuario, de manera que habrá mercado para todos los proveedores.


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