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  2/07/2013

Juan Pedro Gravel

Consejero Delegado de Telefónica Global Technology

El grupo Telefónica cuenta con un total de 96 datacenter, 27 de ellos en Europa y 26 en América Latina; el resto son salas técnicas de mayor o menor tamaño. Esta dispersión de infraestructura complica su gestión y el tiempo de respuesta ante cualquier cambio o eventualidad. En estos tiempos marcados por el auge de la nube, además de las prestaciones propias de las operadoras del grupo, lo que se pretende es dar servicio a clientes finales aprovechando su presencia global. Está en marcha la consolidación de esos 96 sitios en 4 definidos como estratégicos: Brasil, México, Miami y el que acaba de inaugurarse en Alcalá de Henares, con una superficie construída de 65.700 metros cuadrados.

Juan Pedro Gravel

Juan Pedro Gravel

El coste de inversión del centro de datos de Alcalá se calcula en 120 millones de euros, a los que deberán añadirse otros 200 millones en la migración de los que el grupo tiene en funcionamiento en varios sitios europeos. Para hacerse cargo de llevar a buen término este proyecto, Telefónica fichó a comienzos de este año a Juan Pedro Gravel, cuyo curriculo incluye, entre otros antecedentes, la posición de director de medios en Europa del Barclays Bank. Gravel es el protagonista de la entrevista que sigue. Exhaustiva, como suelen ser las de esta sección.

Imagino que habrá restricciones para completar una consolidación así, porque pasar de 97 a 4 no será nada sencillo.

Sencillo, desde luego, no es. En cuanto a las restricciones, en efecto las hay por razones legales, fiscales y, en algún caso, de latencias; pero quitando esos problemas, todo lo que se pueda consolidar lo vamos a consolidar. Cuando se planteó este proyecto, se vio que en Europa no tenemos ningún datacenter con la calidad suficiente para ser un consolidador de los sitios que existen. De los 96 vamos a pasar a 4 de carácter estratégico, pero también van a quedar algunos imprescindibles porque hay países que exigen que determinados datos se procesen en su territorio, o porque hay razones fiscales o bien porque conviene que ciertas aplicaciones estén cerca del punto final. Esto último es lo más fácil de salvar: vemos que hay corporaciones que están procesando datos de América Latina o de Asia en Europa; yo creo que con el tiempo se acabará resolviendo.

Dando una vuelta a la pregunta, ¿qué tipo de servicios prestan los centros de datos, y particularmente este de Alcalá?

Nuestra idea es que en el backoffice de las operadoras del grupo no tenemos restricciones para consolidar servicios. La infraestructura, no así las aplicaciones […] no plantea problemas. Todos los países de Europa van a consolidar sus infraestructuras en Alcalá, aunque algunas aplicaciones se seguirán manejando localmente. La ventaja que tiene Alcalá es que se trata de un datacenter de nivel Tier 4, de alta disponibilidad.

¿Por qué Tier 4?

Un ente internacional de estandarización, el Uptime Institute, certifica los datacenter en función de su infraestructura, para lo que empieza por estipular lo que han de tener si quieren llegar a un 99,9995% de disponibilidad. Vienen, comprueban que lo has construído sobre esos requisitos, y te certifican. Por esto, la mejor manera de asegurarse un Tier 4 es empezar por el diseño, mucho antes de poner un ladrillo. Así hemos conseguido nosotros la calificación para Alcalá, lo que es excepcional en Europa y poco corriente en todo el mundo; ahora queremos ir a por el certificado Tier 4 Gold.

¿Cuáles son los requisitos, en síntesis?

Por ejemplo, tener suministro eléctrico desde varias subestaciones; en el Tier 4 se exigen dos acometidas de sendas subestaciones distintas, y nosotros adicionalmente vamos a crear una propia que explotaremos en común con Iberdrola y nos va a dar 100 megawatios. También los cimientos y las paredes del centro tienen que responder a criterios estrictos; todo es revisado escrupulosamente, y si tienes la redundancia en todo lo que pueda impactar en la alta disponibilidad del servicio, entonces te dan la certificación. Puedo asegurar que no es nada fácil.

¿Hay criterios ecológicos?

Sí, hay una certificación específica relativa al impacto medioambiental, que tiene niveles silver, gold o platino; en Alcalá empezamos con silver, pero estamos haciendo los cambios que estaban previstos. Por ejemplo, la refrigeración se hace por agua, un sistema de bajísimo impacto ambiental.

[…] en Alcalá no hay ninguna cascada, la meseta no es Oregon.

No hay, pero la hemos hecho. Es un sistema muy curioso, porque toma aire de fuera, refrigera una corriente de agua del datacenter y esto es como una cascada alrededor de las salas. Otro caso es que si no hay un autobús público que pase delante de la entrada, no te dan el nivel gold; por esto, cuando empecemos a operar habrá un autobús público. Ahora bien, por el consumo de energía que tiene, un datacenter no puede ser el sitio más verde del mundo; en el sentido de que su huella de carbono es importante y lo único que puedes hacer es reducir consumos mediante proyectos ad hoc.

¿Los otros tres son Tier 4?

No, sólo el de Alcalá. Hay países como Brasil, donde es imposible debido a la regulación de las compañías energéticas; es un datacenter espectacular, pero no puede pasar de Tier 3. El de Miami es Tier 3 pero lo vamos a convertir a Tier 4.

¿La clasificación influye en la performance?

Básicamente, determina la disponibilidad, al obligar a contar con infraestructuras redundantes. Lo cual no quiere decir nada si después las aplicaciones no están bien hechas, o la operación no es de calidad, que es lo que garantiza el nivel de respuesta.

Los múltiples episodios de caída de la nube de Amazon han sido sonados porque algunos clientes no tenían contratada la redundancia de servicio en más de un datacenter […] ¿Podría ocurrir lo mismo con Telefónica?

En el futuro, vamos a tener los cuatro replicados entre sí, como un anillo conectado por fibra óptica de la más alta capacidad. De manera que podremos distinguir entre los servicios que son de misión crítica para el cliente, y los que no lo son; los primeros, en activo-activo, corriendo los procesos en dos datacenter: si se cae uno, el otro sigue funcionando; en el caso de que no sea una misión crítica, la opción es activo-pasivo, para que si uno se cae, el otro siga procesando, pero la respuesta no es tan inmediata. Esto nos dará una resistencia a fallos enorme, y la probabilidad de que pase algo que afecte la continuidad del servicio es tan baja que, en mi opinión, no deberíamos insistir en ir más allá de ese 99,9995% de disponibilidad. Hemos apostado por una infraestructura de la máxima calidad, y ahora tenemos que apostar por las aplicaciones y por el modelo operativo, para que el todo sea coherente.

¿Van a coexistir los servicios a clientes con los propios de Telefónica?

Es más complejo que coexistir […] pero se pueden dividir en dos grandes bloques. Uno, primero, de servicios a cliente final directos, que damos a través de Telefónica Soluciones, y esto quiere decir que compañías del Ibex 35 y muchas otras nos piden que les hagamos hosting o les demos servicio de datacenter. Ya tenemos máquinas instaladas de algunos de esos clientes, y planes para instalar más en breve, con lo cual Telefónica actúa como proveedor de facilities management. Luego, tenemos las operaciones de Telefónica, lo que llamamos BSS (business support services).

Me estaba preguntado ahora mismo por el reparto de funciones entre su puesto y el del CTO del grupo Telefónica, Enrique Blanco?

Ahora mismo, lo que tenemos es la informática interna por un lado, y la parte de redes bajo responsabilidad del CTO. Son dos áreas distintas que colaboran, y obviamente colaboramos mucho. Por poner un ejemplo, ahora tengo que analizar qué servicios traeremos de América Latina a Alcalá, y lo mejor que puedo hacer es pedir a mis compañeros de red que hagan el estudio de latencia; ¿por qué ellos? porque no conozco a nadie que sepa más de eso.

¿Es ampliable el datacenter de Alcalá?

Muy ampliable. El diseño está hecho como un área de servicios centrales. Hemos construído siete salas, y luego podemos ir por módulos de cuatro en cuatro, creciendo hasta cinco módulos más.

¿Los principios de diseño de los otros tres centros consolidables son los mismos que en Alcalá?

No, el más parecido es el de Brasil, el más moderno hasta ahora; los de México y Miami se hicieron hace tiempo, por lo que no tienen el mismo diseño ni la misma flexibilidad, no son tan eficientes ambientalmente y, sobre todo, no tienen algo que en Alcalá es fundamental: Tier 4 por sala. Por lo que este datacenter es, de lejos, mucho mejor, lo que es lógico porque acabamos de inaugurarlo.

¿Ya está operando al 100%?

No, no. Estamos empezando a migrar máquinas, y tardaremos algo más de dos años en tenerlo en operación completa para las siete salas. Si todo va como hasta ahora, dentro de un año estaremos empezando la ampliación a otro conjunto de salas, pero antes tenemos que llenar las existentes. Es un proyecto que cuesta prácticamente el doble que hacer el datacenter […] cerrar los que tenemos en Europa y traerlos a Alcalá es, en envergadura económica, más o menos el doble que la construcción de este datacenter.

Puesto que Alcalá es el más moderno, me gustaría una reflexión sobre la evolución que ha vivido el concepto de datacenter […]

[…] hace 25 o 30 años se construían muy grandes; después pasaron a ser más pequeños acompañando la evolución de las máquinas; hasta que vino la explosión de los servicios gracias a Internet: e-commerce, machine-to-machine, cloud computing nube […] con lo que se plantea el problema de decidir hasta dónde llegar en capacidad, teóricamente ilimitada. Lo que tenemos en Alcalá es la posibilidad de multiplicar cada cierto tiempo la densidad de procesamiento por metro cuadrado. Cada sala es diáfana y tiene 680 metros cuadrados, con un falso suelo de 1,20 m. y un falso techo con extractores de aire, porque uno de los problemas es extraer el calor que generan las máquinas; esto, más la solución de refrigeración, es lo que nos permite alcanzar la alta densidad […]

¿Sigue reduciéndose el tamaño?

En general, el tamaño de los datacenter modernos se va reduciendo para una capacidad de procesamiento comparable, lo que no significa que hoy sean físicamente más pequeños que hace unos años. Lo que no está suficientemente resuelto es la disipación de calor. Desde este punto de vista, creemos estar preparados para el crecimiento […]

También hay una evolución de los proveedores de servidores y de almacenamiento, ¿cuál es la política de Telefónica?

Una política de multivendedores. No nos casamos con ninguna marca en particular, y compramos la que en un determinado momento se alinea con nuestras necesidades de crecimiento. Hay una competencia muy fuerte en la industria, y cada pocos meses el mejor no es el mismo que era mejor en la ronda anterior.

Liberarse de los proveedores […] es la política que siguen Facebook y Google en sus centros de datos.

Yo distinguiría entre la infraestructura y las aplicaciones. Si tienes una arquitectura de aplicaciones razonable, puedes trabajar con proveedores de aplicaciones. En teoría, lo que hacen Google y Facebook es diseñar lo que quieren y contratar su fabricación en Asia, pero en la práctica el número de proveedores de calidad es finito: no hay cien, ni siquiera decenas, que puedan entregar un hardware de alta disponibilidad fiable.

Las máquinas se han achicado, y ahora lo fundamental es el rendimiento […]

Hay varios factores que considerar, no sólo el rendimiento. Antes, en los entornos mainframe, se medía el datacenter por mips, en transacciones por segundo que eras capaz de ejecutar. Hoy, cada vez se está midiendo más por megawatios instalados y por disipación de calor […]

Google presume de tener uno en Finlandia; se dice que cuanto más cerca del círculo ártico mejor […] ¿la refrigeración es un factor tan crítico?

En Finlandia y en Islandia hay bastantes sitios donde refrigerar es mucho más sencillo, pero al final uno puede encontrarse con la situación opuesta, porque refrigerar no es lo mismo que disipar calor, y la tecnología va buscando un equilibrio. Una extracción de calor poderosa puede que no requiera ir a un sitio frío […] en Alcalá el frío no es comparable al del norte de Europa, pero con la tecnología de extracción de calor que hemos montado, el consumo de energía es relativamente bajo.

Para Telefónica, este plan de consolidación es un esfuerzo de inversión en un momento financiero delicado […]

Uno de los mayores enemigos de la tecnología en una gran corporación es la obsolescencia tecnológica. Las que no tengan un plan de refresco de sus infraestructuras, al final lo pagarán en riesgo operativo. Las máquinas fallan al cabo de un tiempo, y al comprarlas se conoce la ratio MTBF, el tiempo medio antes de que falle; llegados a un punto, el soporte técnico y el mantenimiento se encarecen y el riesgo aumenta, son curvas exponenciales, por lo que hay que ser habilidosos para no anticiparse mucho a la vida útil real, ni alejarse demasiado. Esto es algo que un director financiero tiene que entender, y el de Telefónica lo entiende perfectamente.


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