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  1/10/2013

OpenWorld 2013: ¿dónde está Larry?

La anécdota ha dado la vuelta al mundo: todos saben que Larry Ellison eligió asistir a la penúltima regata de la America´s Cup que acabaría ganando el velero patrocinado por Oracle, y con ello dar calabazas a miles de clientes de Oracle que aguardaban su aparición en el Moscone Center de San Francisco. Simplemente, entre dos pasiones competitivas, optó por la que era impostergable. A pesar de la desilusión inicial y de miles de tuits malhumorados, las encuestas indican que la mayoría entiende y disculpa el plantón. Al fin de cuentas, la ausencia de Ellison no afeó los resultados de OpenWorld, sólo desplazó el impacto mediático por unos días: de la nube a la bahía.

Larry Ellison

Larry Ellison

A muchos les llamó la atención que el hueco dejado por Ellison, tras una espera de 45 minutos, no fuera ocupado por Mark Hurd – con una presencia llamativamente discreta este año – sino por un ignoto vicepresidente, Thomas Kurian, lo que provocó una deserción masiva. Obligado a reciclar su presentación del día anterior, el voluntarioso Kurian dejó una frase para reflexionar: negó que Oracle pretenda colocar a cada cliente todo su stack, porque «las empresas se inclinan pensar más horizontalmente que verticalmente».

Antes, el domingo, OpenWorld se había iniciado con un discurso inaugural de Larry Ellison, cuyo plato principal fue la presentación de una mejora significativa de la base de datos Oracle 12c, que multiplica por 100 la velocidad de proceso gracias al almacenamiento de los datos en memoria. Oracle adopta el el tratamiento de series en columnas pero no abandona las organizadas en filas, sino que combina los dos procedimientos. A los clientes que le escuchaban, Ellison les aseguró que podrán aprovechar estas novedades sin tener que reescribir sus aplicaciones, sin restricciones relativas a SQL y sin necesidad de migrar los datos.

La buena nueva para los usuarios de Oracle 12c se acompaña de otra primicia, un nuevo miembro de la familia de ´ingeniería conjunta` que rehusa ser llamada hardware. A cambio de la bonita suma de 3 millones de dólares, ya está disponible el servidor M6-32, basado en el procesador Sparc M6 de 12 núcleos, concebido para funcionar óptimamente con el software de Oracle – en esto consiste la ´ingeniería conjunta` – bautizado enfáticamente como Big Memory Machina. Más aún: el escenario del Moscone Center estaba flanqueado por un servidor Exadata, en la versión SuperCluster de 32 procesadores.

Durante su keynote dominical, Ellison desveló la existencia de otro servidor destinado a operaciones de backup masivo, que no estará en el mercado hasta el año que viene. Directivos de Oracle sugieren sotto voce que tenía más balas en la recámara, que esperarán a otra ocasión.

Otras novedades importantes ilustran la estrategia de Oracle en materia de cloud, continuidad de los anuncios de Ellison el año pasado. Al integrar en sus servidores Exalogic Elastic Cloud la tecnología de Nimbula y el API de OpenStack, Oracle propone a sus clientes conformar entornos de infraestructura como servicio en el seno de nubes privadas, de manera que permite transferir cargas de trabajo a «su» nube pública.

Oracle compró en marzo la startup californiana Nimbula, por su interés en el software de gestión de nubes privadas que permite administrar los recursos y cargas como si se tratara de nubes híbridas. Como este blog no informó de ello en su día – no se puede estar en todo – corresponde decir que Nimbula fue fundada en 2008 por dos ingenieros curtidos en Amazon Web Services, lo que no es un mal precedente.

Nimbula adhirió en 2012 a OpenStack, fundación que promueve un sistema operativo open source para cloud computing, a la que adhieren empresas como HP, IBM, RedHat y Dell, con distintos niveles de compromiso. Oracle también se adhiere, pero no ha contribuído con código a lo que se supone es un proyecto transversal común. Estar en OpenStack es importante, porque en principio facilita la enorme tarea de competir con las nubes ´propietarias` de Amazon, Google y Microsoft. Es para Oracle una manera de apaciguar a los clientes que pudieran temer una tentación monopolista por su parte, diciéndoles que podrán migrar sus datos fuera de Oracle hacia otra plataforma sin perder la integridad de sus datos. Este es el mensaje; la realidad puede tener matices.

OpenWorld contó con la presencia de dos pesos pesados de la industria, Michael Dell y Joe Tucci (EMC) que vinieron a ratificar su buen rollo con Oracle. Quien no compareció fue Marc Benioff (Salesforce), quien pese a haber sellado la reconciliación con Ellison, no tuvo mejor ocurrencia que anunciar un día antes un acuerdo con Woekday, otro enemigo de Oracle.

Estuvo, en cambio, Microsoft, otro contrayente de un matrimonio de portavoz, envió a un VP llamado Brad Anderson, quien detalló disciplinadamente los frutos del acuerdo firmado en junio. Microsoft propone arrancar en su nube pública Azure, en modo preview, máquinas virtuales bajo Hyper-V para ejecutar las bases de datos de Oracle. Las cargas serán, en reciprocidad, soportadas por Oracle. A su vez, los titulares de licencias de Oracle podrán hacer que sus imágenes de máquinas virtuales funcionan en la nube de Microsoft.

Decir que Oracle ha llegado tarde al cloud computing sería un recurso facilón, lo que importa es que está y tiene capacidad de competir, a solas o acompañada. En el caso del acuerdo con Microsoft, es indiscutible que todas las partes tienen algo que ganar. Los clientes de Oracle podrán disponer de su middleware y sus bases de datos en una de las nubes públicas de referencia. Para Oracle, es una manera de superar las debilidades que aún tiene su propia propuesta de cloud, mientras que para Microsoft es otra posibilidad de competir con Amazon y, lo que no es menor, obtiene el apoyo de Oracle para su hipervisor. ¿Todos contentos?

[informe de Mario Kotler, desde San Francisco]


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