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  11/05/2020

Santiago Tenorio

Director de Estrategia y Arquitectura de Red del Grupo Vodafone

Debido a que su  responsabilidad es global, la oficina de Santago Tenorio se encuentra en Londres, pero lleva seis semanas confinado en su casa de Madrid. Empieza la conversación declarándose orgulloso de cómo se han comportado las redes de Vodafone. En España, la demanda tocó niveles extremos a mediados de marzo, pero el último lunes de abril aún  registraba crecimientos del 70% en la voz fija y del 22% en los datos móviles, entre otros ejemplos comunicados regularmente. La premisa de la entrevista online fue el supuesto del autor de que las estrategias de los operadores están abocadas a un cambio drástico, porque las hipótesis de oferta y de demanda se han alterado profundamente.

Santiago Tenorio

Podría pensarse que, al ser Vodafone el primer operador en desplegar una red 5G a escala comercial en España, podría encontrarse de pronto en desventaja frente a quienes han preferido esperar ¿Qué cambiará en las estrategias de las telecos como consecuencia de la crisis?

No creo que las estrategias tengan que cambiar, pero sí estoy seguro de que va a bajar la velocidad de su ejecución. Lo que me consta es que el tráfico ha subido vertiginosamente, que hemos tenido que adelantar inversiones en capacidad previstas para un año y concentrarlas en un mes. Lo hemos hecho y gracias a eso la red se ha portado muy bien en los peores momentos, sin problemas de congestión o saturación, pese a las dificultades logísticas que se puede imaginar. Y no ha sido algo exclusivo de Vodafone: todos los operadores han estado a la altura; la sociedad ha percibido a este sector por lo que es, un servicio absolutamente esencial, de primera necesidad.

Aun así, el impacto pesará sobre los operadores. Hemos entrado en una recesión que se prevé muy aguda

Sí, me temo que sí. Tendremos que afrontar nuestra cuota de crisis, como los demás sectores de actividad, pero es posible sostener que los operadores somos más resilientes que muchas otras empresas. Habrá menos dinero para invertir juiciosamente y todo se ralentizará en su medida respectiva, pero insisto: no creo que la estrategia cambie. La nuestra está ratificada porque está en servicio. Pero hay factores que nos son ajenos: si el mundo entra en una recesión como la que se espera, los usuarios serán menos propensos a cambiar de teléfono y, por lo tanto, será más lento el despegue de 5G

¿Quiere decir que la disponibilidad de smartphones de nueva generación es una condición decisiva?

Todo usuario aspira a mejorar, pero si tiene menos dinero o no tiene dinero, cambiar de smartphone pasa a ser un lujo para él. Puede esperar seis meses o un año perfectamente; por tanto la velocidad a la que 5G va a entrar en servicio generalizado no será la misma. Esto puede condicionar mucho más que la capacidad de capex que los operadores tienen calculada. Yo me fijaría más en las previsiones de Samsung, Apple y otras marcas; me parecen indicadores útiles para la implantación de 5G en los próximos meses.

Estadísticamente, han ganado peso relativo los móviles de gama media, pero no son 5G o no lo son todavía.

No es difícil imaginar que la industria tomará buena nota y empiecen  a aparecer modelos de precio asequible, no diré baratos sino comparables con lo que hoy cuesta uno de 4G. Empieza a ocurrir. Entonces, bueno, la penetración de 5G se aceleraría y la ratio de renovación nos llevaría, dentro de uno, dos o tres años a alcanzar la penetración de 5G que habíamos calculado, con un desfase aceptable. En esta hipótesis, para nada descabellada, habrá que encontrar el dinero que financie el despliegue de las redes. Sería ocioso recordar que 5G es una tecnología más eficiente […]

El capex no es generalizable, vale para cada operador y sus finanzas. En el caso de Vodafone ha avanzado más que otros en el despliegue de 5G. ¿Es una ventaja o podría ser una desventaja?  

No tengo la menor duda de que es una ventaja. Y le daré un ejemplo de estos últimos días. Hemos anunciado en Alemania el lanzamiento de DSS, la compartición dinámica de espectro. Ojo, no es compartición entre operadores sino entre tecnologías. Permite, simplificando, coger la banda de 1800 MHz y usarla para 4G y 5G a la vez. Si las radios están preparadas, es factible soportar 5G en el espectro disponible y con los equipos de que se dispone. O sea, permite repartir los recursos para dar al cliente 4G y 5G a la vez […]

¿Va a ser una tendencia? ¿Se generalizará esta forma de compartición?

Sí, creo que va a ser una tendencia, porque es la forma más rápida de desplegar 5G. Evidentemente, no será lo mismo que desplegarlas en un espectro nuevo, con una radio exclusiva y con Massive Mimo, porque no puede ser lo mismo […] No vamos a caer, nunca lo hemos hecho, en la discusión sobre si es 5G real o no real. Todo es real, sólo que hay distintas formas adecuadas a cada caso. En el nuestro, estamos anunciando DSS en Alemania y Holanda […] en otros países se estudiará caso por caso, pero el resumen sería: ya que tenemos espectro, veamos cómo hacer eficiente el despliegue flexibilizando allá donde sea preciso. Eso también es competir, no sólo definir tarifas.

Se ha retrasado la subasta de espectro adicional en España y en otros países por razones evidentes. ¿Es un problema?

Yo no lo llamaría problema. En Alemania, donde tenemos espectro en la banda de 700 MHz, la misma que se iba a subastar en España, la estamos desplegando y funciona estupendamente, con la ventaja de que los móviles también la soportan en 4G. Es lógico que en España se retrase, y creo que no será mucho tiempo, porque podemos hacer muchas cosas con el espectro que ya tenemos.

¡Hace unos pocos meses, todo el sector clamaba por la urgencia de resolver el dividendo digital!

Sigue siendo igual de importante, pero veo lógico que se retrase. Al final, esa es una de las cosas que no están bajo tu control, como decía antes sobre los terminales. ¿Nos gustaría que hubiera decenas de modelos 5G y se estuvieran vendiendo en las tiendas? Por supuesto que sí, pero también  nos gustaría que las tiendas estuvieran abiertas. Admitamos que así como la telefonía móvil es un bien esencial, cambiar de smartphone no es tan esencial.

¿Quién empuja a quién? ¿Los terminales a la red o a la inversa?

Tal como yo lo recuerdo, las redes 4G iniciaron su despliegue antes de que en el mercado hubiera móviles idóneos. Esta vez ha ocurrido al revés, con la variación de que ha sido fundamentalmente en Corea del Sur y China. Ahora mismo hay algunos preparados para stand alone [nota: cuando la segunda fase del estándar aún no está oficialmente aprobado] pero sólo se venden en China. Quiero destacar que los fabricantes de terminales van por delante de las redes, cosa que no ocurría con generaciones anteriores.

Ya que menciona stand alone…otro inconveniente de la crisis es que ha tenido que postergarse la aprobación final de la Release 16. Será cuestión de tiempo, ya que el grupo del 3GPP es numeroso y sería imposible reunirlo, pero ¿en qué afecta a los operadores? Ahora mismo, allá donde existe, 5G tiene como objetivo a los consumidores, pero de los casos de uso en la industria no se ha hablado últimamente […]

Que el estándar se retrase un poco, no serán tan significativo. Yo creo que llegará a tiempo

¿Qué quiere decir a tiempo?

Que habrá un retraso de tres meses, pero no más. Además, la parte de core no creo que se retrase prácticamente nada. En este plano, stand alone sigue según el plan. Lo que se puede retrasar más es la demanda. De los terminales ya he dicho algo, pero en lo que respecta a las redes privadas y los servicios a empresas, se nota un bajón. Es lógico, dadas las circunstancias. Imagine cualquier fabricante de automoción […]

Estaban entre los primeros candidatos. Bueno, tienen otros problemas

Ahí vemos una dualidad entre oferta y demanda. La primera tardaría unos meses más, pero no importaría mucho en un proceso necesariamente tan largo. La demanda sí, va a cámara lenta. Si una empresa pensaba en reformar una factoría para montar una red privada 5G, es natural que lo retrase, pero yo hablaría más de ralentización.

Otro factor sería la tensión geopolítica, que no ayuda. Las presiones sobre los gobiernos para vetar a Huawei son la parte más visible del problema. ¿Será costosa, además de visible?

Muy costosa. Tenemos que acatar las decisiones de los gobiernos y de los reguladores, está claro, y poco cuenta la opinión que tengamos. Nick Read [CEO de Vodafone desde que sustituyó a Vittorio Colao] anunció hace poco que reemplazaremos el core de Huawei en nuestras redes en el plazo de cinco años y que el coste será de unos 200 millones de euros. Pues habrá que hacerlo, pero hacerlo con cabeza, no es algo que se pueda hacer con prisas porque costaría muchísimo más dinero. Puedes hacer cosas como aprovechar el core de 5G para reemplazar el de 4G, por ejemplo. Aun así, cinco años es poco tiempo; si se ralentiza la penetración de 5G, con más motivo. Desde luego, cuanto más se acelere 5G, mayor será la capacidad que sume su core y más fácil sería desmontar el legacy de 4G. A eso llamo hacer las cosas con cabeza: montar el core 5G e ir desplazando tráfico hasta que apenas quede nada en el de 4G para que se pueda anunciar su retirada. Esto mitigaría los costes, porque esos 200 millones de que habló Nick no son calderilla.

Entre unas cosas y otras, ¿hay que replantearse los plazos?

Lo que hay que replantearse es la velocidad […]

A menor velocidad, más plazo

Sí, pero hay que tener cuidado con las suposiciones acerca de cómo va a reaccionar el mercado. Que además, es global: la velocidad a la que 5G llegue a los terminales más baratos es un asunto global, que no tiene que ver con Europa. Hay que prestar atención a China, no a las generalidades.

Pues, si depende de China, se diría que 5G va como un tiro […]

La confrontación entre Estados Unidos y China es un factor muy negativo, pero no va a frenar el desarrollo de 5G en China; no es una buena idea la fragmentación del ecosistema. Que en China se vendan smartphones de Huawei que están excluidos en otros mercados, acabaría creando un mundo de dos velocidades: un mercado chino disparado y unos mercados occidentales desacelerados […] todo lo que provoque este estado de cosas no sería sólo un flaco favor. Sería un error estratégico monumental. Esto ya es opinión personal.

Hay otras iniciativas que podrían mover el cuadro, como la cloudificación de las redes o la irrupción de Open RAN. ¿Cómo van a quedar las arquitecturas de red?

Nadie puede decirlo con una mínima certeza, pero sabemos algo: será más exigente en lo que respecta a eficiencia. Y tiene que ser así, porque el tráfico no va a bajar sino que va a subir espectacularmente. Y por lo tanto, los parámetros fundamentales serán corregidos y aumentados […]. Sí, soy muy optimista: el cloud se impondrá porque es la forma más eficiente de gestionar un tráfico creciente, como se ha puesto de manifiesto con esta crisis. Si nuestra red no estuviera ya completamente en cloud, no sé si habría resistido igual. En cuanto a Open RAN, es una respuesta a la falta de alternativas en un mercado que tiene tres actores dominantes […] de los que dos no están exentos de problemas internos o externos.

[…] Uno proscrito y otro debilitado  

Esa falta de alternativas hace más atractiva la opción de interfaces abiertos. ¿Va a cambiar algo? La necesidad está ahí, crudamente, por lo que no creo que esas tendencias vayan a atenuarse, todo lo contrario. Otra cosa es que en las fases que dependan de la capacidad de invertir de cada uno haya o no recursos suficientes. Por esto se insiste tanto en la ralentización. Pero en el cloud como en los interfaces abiertos, tenga claro que hemos entrado en una fase de gran actividad.


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