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  5/05/2014

Tinta o láser, un dilema que no es tal

La línea divisoria entre la impresión por inyección de tinta o por láser, no es tan evidente como lo ha sido históricamente. Hasta ahora, la frontera pasaba por las 500 páginas al mes, lo que significaba que la primera se reservara a los consumidores y la segunda a las empresas. Pues bien ya no es así: la línea se ha movido hasta las 4.000 impresiones mensuales con la misma o superior eficiencia de costes y consumo. Este argumento, con el que HP arropa sus nuevas OfficeJet, presenta un interés especial: más que el «ascenso» de una tecnología de consumo, implica generalizar en las empresas la que ya usa en sus impresoras de escala industrial, no sin consecuencias económicas.

En el segundo semestre de 2013, el mercado de la impresión en España volvió a crecer, según datos compilados por IDC. El aumento se ha dado tanto en el segmento del consumo como en el de empresas, y HP ha ratificado su condición de número uno, con el 47% del mercado, dos puntos más que en el período equivalente de 2013, gracias a un aumento del 15% en las unidades vendidas. Con este porcentaje, debería ser arduo pisar el acelerador para llevarse otro pellizco de cuota, pero la compañía cree que puede hacerlo, y a la vez mejorar su rentabilidad. Sus responsables creen que es posible si la tinta penetra en un espacio que se creía reservado al tóner: la propiedad intelectual de HP es dominante en la tecnología de inyección, mientras que en la de láser tiene que pagar por patentes ajenas.

En abril, HP presentó una ampliación de la familia OfficeJet Enterprise, con dos nuevos productos que – a tenor de la documentación entregada – disminuyen el consumo con respecto a las de láser para grupo de trabajo. Este sería un punto a favor; el otro, que el coste de una página a color se reduce hasta la mitad. Las impresoras X555 y X585 [la segunda es multifunción] están basadas en una técnica, Page Wide, que se utiliza en las imprentas industriales y que soporta cabezales de hasta 42.000 inyectores que funcionan a razón de 12.000 gotas por segundo.

La OfficeJet Pro ya se beneficiaba de esa innovación; permite imprimir 70 páginas por minuto ya que sólo se mueve el papel, sin desplazamiento del cabezal, lo que asegura rapidez y funcionamiento silencioso, y evita el calentamiento de componentes, como ocurre en el láser, con el consiguiente ahorro en el consumo energético mientras imprime. Según HP, «a la fecha se han impreso 60.000 millones de páginas con esta tecnología».

Un estudio de la consultora BuyersLab analiza el coste por página para llegar a la conclusión de que es inferior al de un modelo láser comparable, y precisa que este último requiere un contrato de servicio que no existe en el caso de las OfficeJet. De ahí la conclusión de que estas son un reemplazo idóneo para volúmenes de hasta 5.000 páginas mensuales, e ideal en entornos de servicios gestionados.

Para estar al día con las tendencias del mercado, las OfficeJet Enterprise han sido dotadas de capacidades inalámbricas como Wireless Direct o NFC que facilitan la impresión desde dispositivos móviles. Según los estudios de mercado, en 2015 el 37% de la fuerza de trabajo será móvil, con el consiguiente reto que supone acceder a una impresión remota. Otra de las novedades es el escaneado de altas prestaciones, que se acompaña de una gestión del flujo de documentos.

Era previsible que el marketing de esta nueva familia apuntara a la nube y a big data como estimulantes de estas novedades. Durante la presentación, Xavier Regué, responsable de la unidad encargada de su comercialización en España, apuntó que «el espacio cloud está reemplazando a los archivos físicos de documentos en muchas empresas». Hoy por hoy – precisó – estas siguen modelos híbridos, que perdurarán, en los que los documentos están a la vez impresos y en la nube, lo que requiere invertir el proceso tradicional de digitalización.

Obviamente, una máquina por la que pasa tanta información exige contar con medidas de seguridad, entre las que Regué destacó la identificación del usuario y discos duros encriptados. He aquí un cambio radical: las impresoras cambian para convertirse en centros de la gestión documental: el papeleo no se reduce, pero la gestión digital se hace más compleja y delicada.

También cambia la forma de comercialización de estos productos. Para su serie OfficeJet Enterprise, HP mira hacia el pago por uso. Puede ser que la compañía se dirija a grandes empresas para ofrecerles servicio gestionado de impresión, o que sea el propio canal – que ha cambiado su modelo de negocio en los últimos años – el que gestione el parque de empresas de tamaño pequeño o medio, así como los consumibles, pieza fundamental en la estrategia de este sector.

En definitiva, las acciones de marketing de HP pretenden desmontar la idea convencional de que las impresoras de tinta son para el hogar y las de tecnología láser para la oficina. Algunos de los males que se achacan a la tinta – lentitud, menor calidad, decoloración cuando se usan rotuladores, coste por página y fiabilidad – son desmontados en la documentación que aporta la compañía: «las impresoras de tinta proporcionan textos tan nítidos y colores tan brillantes como las de láser».

«¿Estamos ante la muerte anunciada del láser en las oficinas?», le preguntaron a Regué ante la elocuencia de sus argumentos. El ejecutivo de HP negó el extremo: para las empresas que hacen uso intensivo de la impresión y cuyos usuarios excedan el número crítico de 15, las de láser son la opción más acertada. Pero no está dicha la última palabra.

[informe de Pablo G. Bejerano]


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