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  12/12/2014

12Dic

No todos los litigios sobre patentes son iguales. Más aún, no hay dos iguales, salvo en un punto: por lo general acaban enterrados discretamente por un pacto entre las partes. De lo que se puede deducir que llevar la denuncia a los tribunales es, normalmente, un acto de guerra (competitiva) más que de justicia. La seguidilla de persecuciones que durante años han vivido Apple y Samsung son el ejemplo más notorio, y ahora el conflicto ha entrado en la fase de desactivación: Apple acaba de renovar el contrato por el cual el fabricante coreano seguirá siendo su primer suministrador de procesadores y memorias.

La semana pasada, Cisco demandó ante un tribunal a Arista Networks por violación de patentes. La acusada podría contratacar no se sabe todavía con qué argumento. Estamos ante un choque entre dos competidores, que no tendría mucho de especial si no fuera uno de esos dramas familiares en los que un padre acusa a sus hijos de traición. Para entendernos: Arista fue fundada en 2005 por Andy Bechtolsheim, que tras fundar Sun Microsystems montó una empresa que vendió a Cisco en 1996 y permaneció siete años en esta como vicepresidente. No es un competidor cualquiera: al menos una decena de los altos directivos de Arista fueron antes ingenieros en Cisco: Bechtolsheim, pero también la CEO Jayshree Ullal y varios vicepresidentes. Cuatro de los siete miembros del consejo de Arista también trabajaron en Cisco antes de convertirse en inversores.

Lo que acentúa el dramatismo del episodio es que las 14 patentes materia de conflicto protegen invenciones generadas por antiguos empleados de Cisco, que ahora ocupan puestos en Arista. Podría decirse aquella frase peliculera de «no es nada personal, sólo son negocios».

Cisco tiene registradas unas 13.000 patentes, pero raramente ha sentido la necesidad de defenderlas en los tribunales, tal es la ventaja de la que goza. El abogado a cargo de la acusación explica en su blog que le sobran dedos en las manos para contar los juicios que ha llevado sobre la propiedad intelectual de la compañía. Entonces, ¿por qué este juicio y por qué ahora?

Concurren varias circunstancias: 1) Arista salió a bolsa en junio, y su acción ha mantenido un perfil alto, con una capitalización bursátil actual de 4.200 millones de dólares, una nadería al lado de los 137.000 millones que vale Cisco en Wall Street; 2) el otro fundador, David Cheriton – célebre por haber sido el tutor en Stanford de Larry Page y Sergey Brin – ha roto relaciones con Bechtolstein y demanda a Arista por un asunto de propiedad intelectual; 3) Arista ha presentado un nuevo sistema operativo para networking, orientado a cloud y compatible con el hardware de otros fabricantes pero no con el de Cisco; 4) se ha arrimado a VMware, aprovechando las fisuras en las relaciones de esta con Cisco; y 5) ha firmado contratos con Facebook, gran comprador de networking, y presume de que una cuarta parte de sus ingresos de este año se originan en el negocio que le procura Microsoft, otro que no congenia con Cisco.

El trasfondo de esta enojosa situación se resume en que el mercado ha cambiado últimamente. Cisco, líder indiscutido en ventas de switching, se siente atacado por rivales viejos y nuevos que muerden en su negocio más rentable: VMware – hasta hace poco aliado – promueve NSX, una plataforma de red definida por software (SDN) que busca explícitamente debilitar la posición de Cisco en el mercado. Esta ha replicado con los nuevos switches Nexus 9000 y una variante de SDN llamada Application Centric Infrastructure (ACI), que según John Chambers, CEO de Cisco, están teniendo una excelente acogida. Terceros interesados, Juniper Networks y HP, se han acoplado a la estrategia de VMware, y lo mismo ha hecho Arista.

¿Hasta dónde puede llegar el conflicto? La ruptura entre el padre y los hijos tiene mal arreglo, pero las circunstancias que he contado contienen elementos suficientes para pensar que habrá un acuerdo extrajudicial, pero no pronto.


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