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  5/08/2016

5Ago

Con motivo de la compra de NetSuite por Oracle, algunos comentaristas se han cebado en recordar aquel exabrupto de Larry Ellison en 2008: What the Hell is Cloud Computing?. No creo que sea justo traerlo a colación ocho años más tarde, cuando el propio Ellison ha colocado el negocio cloud en el centro de la estrategia de Oracle. Ni me parece oportuno, porque dijera lo que dijera, Ellison había mostrado antes un temprano interés en ese modelo de negocio al invertir dinero propio en la creación de NetSuite. Una inversión que actualmente equivale al 39,7% de la empresa, y muy rentable al precio al que Oracle le pagará esas acciones. Ya quisiera poder hacer lo mismo con Salesforce, de la que posee nominalmente unos 2.000 millones de dólares, pero esa joya le costaría no menos de 50.000 millones de dólares.

A lo que iba: Oracle pagará 9.300 millones de dólares por NetSuite, lo que hace de la operación la segunda compra más cara entre las noventa y tantas que ha hecho en la última década. Sólo PeopleSoft le costó más dinero (10.300 millones en 2004) como secuela de una enconada batalla. El precio de 109 dólares por acción de NetSuite es una prima del 19% sobre la cotización del día anterior, y del 63% sobre la del día en que empezaron a circular los rumores de una oferta. Larry Ellison tuvo que abstenerse formalmente de intervenir en las negociaciones, para no caer en una irregularidad.

La diferencia de tamaño entre ambas es abismal: en 2015, NetSuite ingresó 741 millones de dólares (un tercio más que en 2014), pero sus costes provocaron una pérdida operativa creciente de 115,6 millones. Por su lado, Oracle facturó 37.000 millones (-3%) en su año fiscal y su beneficio neto fue de 8.900 millones (-10%). Conviene destacar que el negocio cloud representa menos del 8% de los ingresos de Oracle pero contribuye con un crecimiento del 36%.

La justificación de la elevada prima que Oracle paga por NetSuite alude a unas sinergias que, francamente, no se aprecian a simple vista. Poco va a aportar a los resultados de su nuevo propietario, y no cambiará sustancialmente su cuota del mercado SaaS. El año pasado, Ellison proclamó el objetivo de que Oracle sea la primera empresa que cruce la línea de 10.000 millones de dólares anuales de ingresos por aplicaciones como servicio (SaaS). Una meta que se antoja lejana: con la suma de NetSuite, en 2016 podría alcanzar una cifra intermedia entre 4.000 y 5.000 millones este año. ¿Acaso tiene Ellison en mente otra adquisición? Imposible descartarlo, pero recientemente Oracle ha colocado bonos de deuda por 14.000 millones de dólares, presuntamente con esa finalidad.

¿Qué decir de las supuestas sinergias? Ya que Ellison no puede hablar, habidas las circunstancias, le ha tocado a Mark Hurd la tarea de explicar que los productos de las dos empresas van a coexistir «para siempre». Ciertamente, NetSuite aportará su especialización en soluciones ERP en ´la nube`, con la particularidad de que su oferta se dirige a pymes mientras que el mismo componente de la suite Fusion (banderín de enganche de Oracle) apunta a las grandes empresas. No habría problemas de compatibilidad, porque NetSuite se apoya en la base de datos de Oracle. Por todo ello, la conjunción parece concebida como una amenaza para la suite equivalente de SAP.

Como suele ocurrir, Oracle compra NetSuite para que no la compre un competidor. Algunos analistas habían advertido sobre la posibilidad de que NetSuite – empresa de nicho y que pierde dinero año tras año – no podría preservar su independencia por mucho tiempo: daban por hecho que recibiría una oferta ¿de quién? De SAP, Salesforce, Microsoft o incluso de Amazon Web Services. Ciertamente, la fuerte presencia de Ellison como accionista hubiera podido neutralizar esas intenciones, pero esa circunstancia ha precipitado las negociaciones.

Una razón obvia que Oracle habrá tenido en cuenta son los 30.000 clientes de NetSuite en 160 países, aunque los analistas de mercado apuntaban ya hace meses un declive en el número de nuevos suscriptores. Puestos a buscar el factor humano, han conjeturado que Ellison quería recuperar (sic) a Zach Nelson, CEO de NetSuite, quien en los años 90 fuera VP de marketing de Oracle. ¿A que suena entrañable?

De lo que no hay duda es de que Oracle seguirá comprando empresas que satisfagan su ilimitada ambición de llegar a ser el rey de SaaS, sin reparar en gastos: en la fase actual, su jugada es acumular una oferta de soluciones cloud verticales [de hecho, NetSuite tiene clientes en la industria manufacturera, mal cubierta por Fusion]. En abril y mayo de este año, ha absorbido Opower, especializada en utilities (532 millones de dólares) y Textura (663 millones), con clientes en la construcción y la ingeniería. Se conjetura que otras operaciones del mismo corte vendrán en los próximos meses. Vamos, que por una u otra vía, los ingresos cloud de Oracle seguirán creciendo, pero dejarán abierta la duda de si el ritmo de crecimiento compensará el descenso de los ingresos por licencias convencionales de software.


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