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  14/04/2010

Kin 1 y Kin 2, amiguitos en la nube

Los dos móviles que este lunes presentó Microsoft, han sido concebidos con el fin de “hacer más social la experiencia móvil” y “para que sea más fácil compartir los mejores momentos de la vida”. Es un discurso poco original: otras marcas han dicho lo mismo para presumir de una sobrevenida vocación por las redes sociales, pero tiene mérito que lo diga una empresa cuyos productos raramente han sabido conectar con el público juvenil. Este lanzamiento revalida un precepto de marketing que puede resumirse así: a diferentes audiencias corresponden diferentes necesidades y experiencias. Las primeras valoraciones que ha merecido la novedad han sido casi unánimemente positivas.

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Kin 1 y Kin 2, que así se llaman, son el fruto de un llamado Proyecto Pink, sobre el que mucho se ha especulado desde 2008, año en el que Microsoft compró la empresa Danger, inventora de un móvil de culto, Sidekick. Tras dos años de diseño, entronca con el anuncio del nuevo sistema operativo Mobile Phone 7, un parentesco sólo parcial. Un colega que asistió a la fiesta de San Francisco copió esta frase de Robbie Bach, presidente de la división Entertainment & Devices de Microsoft: “lo que hemos hecho es complementar Windows Phone 7, diseñado para simplificar la vida de la gente, con un derivado para amplificarles la vida”.

La principal diferencia entre los Kin y sus congéneres reside en que, en vez de enfatizar la disponibilidad de aplicaciones – como hacen los smartphones del momento – aglutinan en un interfaz común todas las redes sociales y herramientas que su público desea usar, a juicio de Microsoft. “Había que optar entre ofrecer una experiencia integrada o una colección de aplicaciones; decidimos concentrarnos en algunas que, según nuestros estudios de mercado, son las preferidas por esta categoría de usuarios”, explicó Bach. Esta categoría tendría, demográficamente, un rango entre 15 y 30 años, más bien por la parte baja que por la alta de la escala de edades.

Esta “generación social”, en la definición de Microsoft, pasa su tiempo subiendo datos, más que bajándolos. El  planteamiento se traduce en un interfaz pensado para que se actualicen constantemente redes como Facebook, Twitter y otras a las que pertenezca el usuario, que podrá ver directamente en pantalla lo que están haciendo en ese momento sus amigos. Microsoft ha querido curarse en salud del alud de críticas que, en otro plano, recibió Google Buzz: el software es suficientemente sagaz como para distinguir entre los ´auténticos amigos´ y los contactos ocasionales. 

 Las funciones de los dos modelos – cuyos numerales sugieren que tendrán parentela – se parcelan en tres secciones de su pantalla táctil: Loop, un portal o compendio de redes sociales; Spot, en la que se pueden compartir vídeos, fotos y estatus, y Studio, para que las fotos y vídeos creados con sus cámaras de 5 y 8 megapixeles, se almacenen en la nube, un backup al que se accede mediante un navegador. Por otro lado, los hermanos Kin son los primeros móviles que integran el software del reproductor multimedia Zune, concebido tiempo atrás por Microsoft para competir con Apple y que no llegó a comercializarse fuera de Estados Unidos.

Puede objetarse que los usuarios echen en falta tal o cual función de uso corriente. Bach tenía preparada una respuesta: “hubiéramos podido montar un mercadillo de aplicaciones, pero creemos que desde la nube tendremos la posibilidad de añadir en el futuro prestaciones que respondan a demandas reales de los usuarios”. No aclaró, al respecto, qué influencia podrían tener en ello los operadores que distribuirán el gadget en exclusiva: Vodafone, en España, Italia, Portugal, Alemania y Reino Unido; Verizon Wireless, en Estados Unidos.

La aparición de estos dos pequeños Kin es un intento de restaurar el papel de Microsoft en los móviles, empezando por un flanco que tenía desatendido, el consumidor. Otro rasgo digno de mención es el modelo de negocio que inauguran: se venderán bajo su marca, sin perturbar por ello las buenas relaciones con los fabricantes que han declarado su apoyo a Windows Phone 7. No hay, pues, comparación posible con la decisión de Google de competir con sus partners de Android: por un lado, se limita a una categoría específica, y por otro Microsoft no los comercializará directamente, como sí ha decidido hacer Google con el Nexus One, con escaso éxito.

El analista John DiFucci, de JP Morgan, opina que con este lanzamiento se inicia la reincorporación real de la compañía a la competencia en el agitado mercado de los móviles: “Microsoft no puede permitirse la debilidad de ceder el paso a Apple y Android; recomponer su posición en este negocio es esencial, si quiere preservar la relevancia a largo plazo de su plataforma Windows en sus otras dimensiones”.


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