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  29/04/2015

29Abr

Había fundada curiosidad por conocer y analizar los resultados de la primera earnings season del año en las empresas tecnológicas. Aparte de la conmoción causada por Apple, que va por libre, había  un factor que condicionaba las comparaciones con el primer trimestre de 2014: la apreciación del dólar influye sobre esta industria tan globalizada. Tiempo habrá de comentar el fenómeno cuando acabe la estación. Entretanto, he mirado con detenimiento los resultados de VMware, que no es una empresa más, sino que une al mencionado factor otro específico, ha acelerado en este periodo la reconversión de su modelo de negocio.

A priori, los resultados de VMware tienen fácil resumen: 1.510 millones de dólares de ingresos, 11% de incremento [que hubiera sido del 13% en moneda constante, he ahí el efecto dólar] y 196 millones de beneficio neto [decepcionante 1% de aumento] comparados con el primer trimestre de 2014. Satisfactorios para los inversores, que inmediatamente hicieron subir la acción un 5%. Una razón de la acogida es la comprensión de que los números de VMware no suelen destacar al comenzar el año, momento en que las empresas se toman un respiro tras haber gastado sus presupuestos de TI del anterior.

Que en 2015 no ocurriera así, debería demostrar que con el aluvión de productos lanzados a lo largo del año pasado, VMware se está quitando de encima el sambenito de «campeón de la virtualización» y ha aprendido a moverse con soltura en un mercado en el que todos – vendan lo que vendan – están bajo el poderoso influjo del cloud computing. En la conferencia con analistas, Pat Gelsinger, CEO de la compañía, pronunció esta frase que tendrá que demostrar a lo largo del año: «nos hemos situado en el centro de la transformación que está experimentando la industria TI, gracias al portfolio más completo en la historia de la compañía».

Si Amazon, Microsoft o IBM pueden presumir y presumen – con mayor o menor detalle – de los buenos resultados de sus negocios cloud, ¿qué espacio ocuparía VMware, durante décadas actor imprescindible en el datacenter? Con ese precedente, ¿cómo seguir siendo relevante en la era de la nube ? Son preguntas pertinentes. Porque el nuevo modelo de negocio de la compañía californiana pasa por un conjunto de soluciones de lanzamiento reciente, cuya adopción explica el cambio de perfil del trimestre. Y del próximo, según dijo Gelsinger.

VSAN – presentada en 2014 – es una solución de almacenamiento definido por software, que ha permitido a VMware ganar autonomía con respecto a EMC, su principal accionista. También es novedosa la integración de otros productos de su cartera con NSX, networking definido por software que compite cara a cara con Cisco,  aliada hasta no hace mucho. Destaca también la gradual progresión de AirWatch, hoy una división especializada en EMM (enterprise mobile management).

En lo que va del 2015, VMware ha presentado con cierto ruido vSphere 6, nueva versión de un producto histórico en su cartera, con la finalidad de crear entornos coherentes de mediación entre nubes públicas y privadas,  así como la firma de un acuerdo – aún no puesto en marcha – con Google por el que los clientes de esta puedan acceder a las nubes públicas a través de vCloud Air. Por cierto, vCloud Air ya está disponible en Europa como estandarte de la estrategia de nube híbrida que proclama VMware. Por último, la semana pasada, la compañía cruzó otra frontera al presentar dos proyectos open source, con los que pretende despejar las dudas de quienes sostienen que VMware mantiene una actitud reticente ante Openstack y desconfiada hacia Docker, que muchos ven como amenazas a su posición históricamente adquirida.

Intensa actividad, pues, en un trimestre pletórico que lleva a Gelsinger a confiar en que el año puede acabar con 6.690 millones de ingresos, que equivaldrían a un incremento del 11%. O del 14% si no existiera el ´efecto dólar`. Este será un tema recurrente en 2015.


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