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  31/05/2013

31May

Quien crea que las controversias y puyazos entre Oracle e IBM pueden amainar, se equivoca. En el último episodio hasta ahora, a finales de marzo, Larry Ellison presentó los nuevos servidores [engineered systems, en su lenguaje] basados en los también nuevos procesadores de la familia Sparc. Como es corriente en él, Ellison sacó su vena competitiva para exaltar tres (y otros que omitiré) rasgos según él ganadores de las novedades que presentaba: 1) el Sparc T5 es el microprocesador más rápido del mundo, 2) Oracle ha superado a IBM en las mediciones de rendimiento de sus sistemas, y 3) promete seguir duplicando anualmente la performance integrando más funciones de software en el hardware.

La primera reacción pública de IBM fue tomárselo con (aparente) desdén, dejando en manos de analistas de confianza la tarea de desacreditar las afirmaciones de Ellison. Pero este había aportado pruebas en forma de benchmark comparativos entre sistemas de Oracle y de IBM, aunque no precisamente equivalentes. Entonces, las brasas de la controversia se reavivaron, y los argumentos de uno y otro empezaron a distribuirse, llegando incluso a mi buzón.

Ellison dijo en marzo que un servidor T5 es más rápido que cualquiera de la familia Power de IBM. ¿Qué otra cosa podía hacer IBM salvo insistir en que la velocidad en procesar bases de datos no es la cualidad que más importa a los compradores de esta categoría de máquinas? Y precisar que la comparación está viciada porque no considera los Power+ 7, la última generación de su familia, disponible desde febrero.

El problema está en que los benchmark, que fueron útiles años atrás como instrumentos de marketing, han perdido interés por falta de objetividad. Con la constante subida en la escala de potencia, hacer un test es cada vez más costoso, hasta millones de dólares, y con esta excusa los fabricantes no se prestan al juego de las comparaciones. Organismos tan solventes como el TPPC y SPEC han perdido relevancia y sobreviven con encargos individuales de uno u otro fabricante según conveniencia de estos.

Confieso que esta polémica sobre benchmark y performances ciertas o supuestas, cae muy lejos de mis intereses. Me he preguntado por su fundamento económico, y observo que el mercado de servidores Unix lleva siete trimestres cayendo: la demanda sigue otros derroteros (mainframes en un sentido, Linux en otro, o ninguno por causa de la crisis). Según Gartner, el declive en el primer trimestre ha sido ¡del 35,9%! En el desglose del mercado de servidores – sobre el total, no sobre esta categoría – IBM bajó un 13,6% y Oracle un 26,2%. Es transparente que Ellison trata de cambiar el curso de una tendencia que había hundido a Sun: la oferta Unix de esta tuvo en tiempos el dominio del mercado, pero IBM se lo arrebató hasta llegar a controlar el 56,1% frente al 19,2% de Sun/Oracle. Creo que esta es la clave de lo que pasa.


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