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  20/02/2018

Cisco acelera su transición hacia el software

Lo menos que puede decirse de los resultados del segundo trimestre fiscal de Cisco es que avalan la estrategia de Chuck Robbins en su segundo año como CEO. Por primera vez en seis trimestres, los ingresos de la compañía [11.900 millones] han aumentado en comparación interanual. Un 2,7%, es cierto que puede parecer poco, pero es suficiente para un cambio de ´relato` bursátil. La acción de la compañía cotizaba el viernes 16 al nivel más alto desde el glorioso 2000. No solamente como reacción a los buenos resultados sino por la perspectiva de que la repatriación de al menos 67.000 millones de dólares lubricará cuantiosas compras de acciones propias y promete un dividendo más suculento.

Se espera – dijo Kelly Kramer, CFO de Cisco – que ese tesoro, que regresará gracias a la reforma fiscal de Donald Trump, va a facilitar nuevas adquisiciones en una compañía habitualmente bulímica: sólo en la era de Robbins, Cisco ha comprado 16 empresas, casi todas en las áreas de cloud, seguridad e inteligencia artificial. Las más importantes han sido AppDynamics (rendimiento de aplicaciones, por 3.700 millones de dólares) y Broadsoft (plataforma de colaboración en la nube adquirida por 1900 millones).

Que conste que el beneficio neto [3.146 millones] ha crecido un 10% en contraste con el descenso del 2% como venía ocurriendo. Aunque tal vez sea más importante reseñar tres rasgos subrayados por Kramer: 1) los ingresos recurrentes ya son el 33% del total, 2) los ingresos diferidos por ventas ya concertadas suman 5.500 millones de dólares y 3) el 52% de los ingresos por software son generados por suscripciones (por tanto, recurrentes). Dos capítulos – Aplicaciones y Seguridad – han vuelto a crecer un 6% interanual.

Por su parte, Robbins enfatizó en la conferencia con analistas que la iniciativa de ´red intuitiva` – formalment Intent-based network o IBN –  está encontrando una gran aceptación: el nuevo switch Catalyst 9000 ya ha sido adquirido por 3.100 clientes desde junio. Según el CEO, es «el producto de más rápida adopción de nuestra historia». Se trata del primer hardware que Cisco vende bajo el régimen de suscripción, que se extenderá próximamente a otras familias de productos.

Los resultados trimestrales y las perspectivas que de ellos se desprenden, vienen a confirmar las tendencias puestas de manifiesto en Cisco Live, la conferencia europea de clientes y partners celebrada a finales de enero en Barcelona. Significativamente, el protagonista de la primera sesión del evento fue el vicepresidente senior de Aplicaciones, Rowan Trollope. El entusiasmo que desplegó en escena tuvo momentos hiperbólicos: «el mundo ha entrado en una era tecnológica cuyo motor será la inteligencia artificial, que ya está presente en todas las innovaciones de Cisco y a regir las infraestructuras». insistió Trollope en que esa se apoyará en tres pilares (seguridad, análisis de datos y reinvención de las redes) cuya argamasa es el software.

Empezando por la seguridad: incontables incidencias confirman que las empresas están mal preparadas para hacer frente a las amenazas. Dentro de pocas semanas, Cisco publicará su barómetro global de ciberseguridad que. con certeza, arrojará resultados inquietantes. Se presentan grandes oportunidades para una empresa como Cisco, cuya facturación de servicios de seguridad se acerca a los 2.500 millones de dólares anuales.

IoT es un capítulo esencial en la ´nueva Cisco` y también se basa en una adquisición. A principios de 2016, Chambers compró Jasper (1.400 millones de dólares) y tiempo después lanzó Kinetic, una plataforma de gestión que automatiza las conexiones de dispositivos IoT, extrae los datos generados y los analiza.

En cuando a la Inteligencia Artificial, recientemente Cisco ha comprado empresas que complementan sus recursos internos de interpretación de los datos que atraviesan las redes. «Muy pocas empresas tienen capacidad comparable a la de Cisco», pregonó Trollope en un briefing con la prensa. A IA debe añadirse el componente analítico aportado por otra adquisición, Tetration, que está en los fundamentos de otra novedad de Cisco Live y que bajo la desafortunada sigla ETA (Encrypted Traffic Analytics) permite analizar el tráfico cifrado sin afectar la integridad y privacidad de los datos. Esta oferta ilustra una llave maestra de la estrategia diseñada por Robbins: defender su cuota de mercado en el hardware de red complementándolo con software y servicios que procuran esos ingresos recurrentes de los que la semana pasada presumía la CFO Kramer.

El deseo de Cisco de montarse en la ola cloud no se ha atemperado, pero sí se ha modulado con el tiempo. En la fase actual, su tesis central es que a las empresas no les apetece sentirse prisioneras de un determinado proveedor en la nube. De ahí que la compañía se decante por el concepto multicloud.

Hyperflex 3.0 fue una novedad del evento de Barcelona. Se trata de una plataforma de infraestructura hiperconvergente – herencia de otra adquisición, Springpath – que facilita los despliegues tanto en entornos multicloud como la gestión de software on-premise mediante contenedor, que en este caso es Kubernetes.  La nomenclatura 3.0 obedece a la necesidad de actualización motivada por el acuerdo entre Cisco y Google relativo a la colaboración en nubes híbridas. Según se dijo, añade escalabilidad: un cluster de 64 nodos puede unir centros de datos distantes hasta 100 kilómetros.

Según los portavoces de Cisco en el evento, Hyperflex 3.0 competirá mano a mano con especialistas de la hiperconvergencia, como Nutanix y Dell EMC. Por otra parte, hace un guiño a Microsoft al integrar el hipervisor Hyper-V además del ESXi de VMware de su versión anterior.

La ´reinvención de la red` a la que se refería Trollope en su keynote inicial tiene nombre propio: IBN. La «red intuitiva» de Cisco, formalmente Intent-based networking, es la pieza maestra en la hoja de ruta de la compañía. Los usuarios dictan sus políticas y el software de orquestación configura la red automáticamente, monitorizando que mantiene el estado deseado. Es importante retener un cambio estratégico: tradicionalmente, el software que complementa el hardware de red de Cisco se ha vendido con licencias perpetuas, mientras que ahora puede ser adquirido por suscripción en modo SaaS.

En definitiva, Robbins y su equipo directivo – renovado casi en su totalidad con respecto al que secundaba a John Chambers – están llevando a cabo, paso a paso, la transición de ser una compañía centrada en el hardware en la misma compañía pero con un fuerte foco en el software. Lo que no significa descuidar el pan y mantequilla de toda la vida, porque de vigilar la evolución de la base instalada se ocupan los analistas, ojo avizor.


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