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  28/07/2012

MathewTalbot

Vicepresidente y Director de Comercio Móvil. Sybase 365

Cuando SAP decidió comprar Sybase, en mayo de 2010, pagó 5.800 millones de dólares por el valor intrínseco de su actividad de bases de datos relacionales, pero también porque entre los activos se encontraban los heredados de Mobile 365, una empresa que – sin ser una teleco – se había convertido en uno de los mayores prestatarios de servicios de mensajería para operadores. Desde entonces, se ha podido entender mejor el sentido del movimiento empresarial. Por un lado, SAP compite directamente con Oracle (y viceversa), y Sybase es una de sus armas; por otro, una empresa como SAP no podría ser ajena al peso que ha adquirido la movilidad para las empresas que son sus clientes.

Matthew Talbot
Matthew Talbot

Sybase ha sido tradicionalmente una compañía de bases de datos, y al comprar Mobile 365 lo hizo por una visión que el tiempo ha confirmado: los datos no son algo que está en el back-end, sino que el front-end, los dispositivos, han adquirido importancia creciente, y esto significa dispositivos móviles, explica Mathew Talbot, responsable de comercio móvil de Sybase 365.

Talbot estuvo recientemente en España, como secuela de la alianza que en febrero firmaron Telefónica y Sybase 365 para desarrollar en común un monedero electrónico en una veintena de países donde opera la primera.

Le propongo comenzar por el hilo que une a Sybase 365 con Sybase, y a esta con SAP. ¿Cuál es el reparto de roles?

Sí, la secuencia es realmente interesante. Hace siete años, Sybase compró una compañía llamada Mobile 365, el mayor proveedor de mensajería a operadores y grandes empresas en todo el mundo. Si usted, cualquiera sea su operador de telefonía móvil, me envía un SMS, lo recibiré en Singapur, donde vivo cuando no viajo, y lo recibiré a través del operador Singtel. Entre ambos extremos, su mensaje lo habrá transportado Sybase 365. Actualmente, transmitimos unos 2.000 millones de mensajes por día entre operadores, y también bancos y aerolíneas.

Es curioso que el neologismo ´consumerización` se esté usando para describir la explosión de la movilidad dentro de las empresas, ¿no cree?

A estas alturas nadie sensato diría que un móvil es sólo un gadget para consumidores. Y sin embargo, porque lo es y por otras razones sobre las que no me extenderé, las empresas han descubierto que la movilidad de sus empleados es un asunto que les concierne, que es crucial para ellas. Por esto, cuando se habla de ´consumerización`, no significa que los empleados se dediquen a tontear con sus móviles, sino más bien lo contrario. Lo que muchas empresas dicen es ”no voy a dar un móvil a cada uno, pero les voy a autorizar a que usen su propio móvil para trabajar”. Y una vez dicho esto, antes de ponerlo en práctica, resulta que hay serios problemas de gestión del parque, de las conexiones, de seguridad, de integridad de la información […]

¿Eso significa que buscan una plataforma común?

Dentro de ciertos límites. Porque la movilidad es un recurso que conviene racionalizar, y porque desde una perspectiva de costes no sería deseable que hubiera múltiples plataformas. En realidad, lo deseable es que una misma aplicación funcione en todas las plataformas. Ahora estamos viendo una segunda ola en la que las empresas construyen sus propias aplicaciones y las hacen accesibles a través de las tiendas de aplicaciones.

[…] lo que no es sino otra forma de la ´consumerización`.

Claro, porque las app stores han abierto el apetito de los consumidores: se contabilizan 25.000 millones de descargas, y esto no ha hecho más que empezar.

Eso lleva a que mucha gente piense que no hay más que iPhone y Android…

Si vemos las estadísticas, es evidente que asistimos a una consolidación, pero en otro sentido vemos que tecnologías como HTML5 ya permiten desarrollar aplicaciones que funcionen en ambas plataformas, y en otras que también existen. Que una misma aplicación funcione en casi todos los móviles es una manifestación de eficiencia. De hecho, cada vez se desarrollan menos aplicaciones nativas para esas dos plataformas, porque no son necesarias. Y esto puede ser bueno para que prosperen otras alternativas.

Pero, ¿qué quieren los clientes de Sybase 365?

Tomemos a los bancos como ejemplo. No quieren tener un proveedor de aplicaciones corporativas y otro proveedor de aplicaciones de consumo; lo que quieren es una plataforma que cubra ambas necesidades de su negocio, y de ese modo racionalizar las operaciones: un contrato de soporte, un contrato de mantenimiento, la capacidad para desarrollar aplicaciones de una vez a través de distintos front-end. No importa que sea un navegador, un iPad, un Android o un iOS, que sea BlackBerry o Windows Phone; lo que importa es que se va abriendo camino la idea de un estándar para el desarrollo de aplicaciones, y esto lo vemos como un gran cambio. Alguien me ha dicho: “estoy harto de rehacer una aplicación cada dos meses para añadirle nuevas funciones o simplemente para seguir los gustos del consumidor; mantener las aplicaciones móviles ha llegado a ser una pesadilla”.

Hubo un tiempo en que ese problema estaba resuelto con una plataforma que todos usaban, BlackBerry, pero llegó la diversidad. ¿Está diciendo que hay que volver a una plataforma con pretensiones de universalidad?

No, no he dicho eso. Y permítame decir que el ejemplo de BlackBerry no es afortunado. BlackBerry nunca ha sido una plataforma agnóstica, su uso está restringido a un dispositivo; ha tenido el mérito de educarnos en la importancia del email móvil, y esa fue la razón por la que las compañías la adoptaron, pero no supo ir más allá, no entendió la importancia de tener una app store, y cuando la entendió ya era tarde, había perdido cuota de mercado. A Nokia le pasó algo parecido, y lo que ha ocurrido en los últimos años ha sido un giro casi total, y muy rápido, en el ecosistema. Y lo extraordinario del asunto es que los smartphones han producido toda esta agitación cuando otras partes del ecosistema, entre ellas las redes, no estaban preparadas para ese giro. La seguridad, la gestión del parque de dispositivos, son cuestiones que han adquirido gran importancia para las empresas.

¿Quiénes son los clientes de Sybase 365?

Tenemos despliegues en operadores de más de 30 países. En el caso de Telefónica, estamos trabajando juntos para implantar sistemas de pago móvil en sus filiales europeas y latinoamericanas. Nuestra posición está en el cruce de caminos entre m-commerce y m-banking, así nos define [la consultora] Gartner. Es un punto relevante, porque el comercio móvil lleva a los operadores y a los bancos a trabajar en común, y obviamente son los actores principales del ecosistema, junto con entidades como Visa y Mastercard, con las que Sybase 365 colabora en distintos proyectos. Toda la industria está, de un modo u otro, vinculada al pago móvil.

Pero hay otros actores que están ganando importancia…

Por ejemplo, el comercio minorista. El caso de Starbucks me parece representativo de una nueva corriente: hace un mes o dos, comunicó que en Estados Unidos ha procesado 43 millones de pagos de clientes a través de sus aplicaciones para iPhone y Android […] Lo que nos está indicando que Starbucks busca asegurarse de que “posee” la relación con sus clientes, y que ese deseo de control entra de hecho en competencia con los bancos y con los operadores que intervienen en la transacción.

Y estos no quieren perder la iniciativa…

Eso es precisamente lo que refleja la iniciativa de Telefónica en los servicios financieros. Lo que quiero decir es que todo el ecosistema de pagos móviles, banca móvil y comercio móvil, gira en torno a estrechar la relación con los usuarios, y abarca todos los sectores, no sólo los operadores y los bancos. En este sentido, tenemos la ventaja de nuestra pertenencia a SAP, que trabaja con una veintena de verticales.

¿Cuáles son prioritarios?

En este momento estamos enfocándonos en las utilities [empresas de servicios públicos, particularmente las eléctricas], y se da la circunstancia de que la mayoría de esas empresas son clientes de los sistemas de gestión de SAP. Y trabajamos con los grandes minoristas que, no es una casualidad, también son clientes de SAP. Usted ya conoce la estrategia de SAP.

¿La banca puede sentirse desplazada por estos movimientos?

Los dos grandes ejes estratégicos de la banca son la reducción de costes y el refuerzo de la relación con el cliente, y si ponemos las dos cosas juntas nos encontramos con una banca multicanal, en la que internet móvil es un punto central. Por eso los bancos viven intensamente la evolución de la movilidad, y en esa evolución forzosamente tienen que entenderse con los operadores.

En esa confluencia, ¿no cree que hay riesgo de conflicto entre banca y operadores?

En general, los operadores fueron de los primeros en tomar iniciativas de pago móvil, y en muchos casos fallaron, pero van a seguir intentándolo. No tienen otra opción que cooperar con la banca y con las entidades de pagos, a menos que estén dispuestos a aceptar que su papel se limita a llevar tráfico de acá para allá. Desde luego, los operadores que yo conozco no aceptan esa limitación.


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