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  10/04/2013

VMware quiere que de las nubes llueva

Desde hace tiempo se esperaba el anuncio de una oferta de nube pública por parte de VMware, y aquí está, pero será híbrida. La compañía lleva girando el timón desde la virtualización hacia otras áreas, y este es el rol de Pat Gelsinger, CEO desde septiembre. Pero, aunque anunciada, la nube no descargará hasta la segunda mitad del año, plazo que la compañía empleará en convencer a sus partners de aplicar a la nueva iniciativa la misma fidelidad que han tenido en el excelente negocio que para ambas partes ha sido la virtualización. Gelsinger también tiene que convencer a los accionistas minoritarios – EMC tiene el 80% del capital, el resto está en bolsa – sobre las virtudes del plan.

© David Fletcher

© David Fletcher

El dilema vuelve a plantearse en los términos que conoció Paul Maritz, predecesor de Gelsinger: 1) el mercado de la virtualización va a seguir creciendo, pero a menor ritmo, con márgenes decrecientes y con un competidor crecido, llamado Microsoft; 2) la curva de crecimiento del cloud es incipiente a corto plazo y todo indica que brillante a largo, pero aquí sí que la competencia será feroz. Por esto, el anuncio de Hybrid Cloud Services procura combinar los dos elementos: se apoya en el hecho de que los centros de datos virtualizados – una amplia mayoría con software de VMware – tienden en la práctica a ser nubes privadas, para ofrecerles una pasarela hacia la fórmula de nube pública usando las mismas herramientas de gestión que ya conocen.

Así visto, el concepto de cloud híbrida se perfila como una oportunidad para VMware, como una evolución natural de la virtualización. Tiene gracia este comentario de un analista: «el dinero se lo llevan las nubes privadas, porque lo que quieren las empresas es añadir eficiencia y agilidad sin comprometer el control sobre sus operaciones TI». Por lo tanto, se entiende, el dinero no se lo llevan las nubes públicas, altamente ´commoditizadas`.

Según una presentación reciente de Gelsinger, el TAM (total addressable market) para VMware puede llegar en 2016 hasta los 50.000 millones de dólares, de los que 14.000 millones serían generados por sus servicios híbridos. Por otro lado, AWS, que controla más del 80% del mercado de cloud pública, no desglosa su facturación, pero se calcula en menos de 3.000 millones. Si el desfase entre ambas categorías es tanto, ¿de dónde saldría el plus para VMware?

Aritméticamente, no de la cloud pública sino de la reconversión de la privada. Sin embargo, VMware ha designado como enemigo principal a AWS, que hasta ahora no ha dado signos de moverse de su cómoda posición. Lo que sí ha movido, casi cada semana, son los precios, siempre a la baja. Werner Vogels, CTO de Amazon, ha escrito en su blog que, a efectos prácticos, no ve diferencia entre una nube pública y otra híbrida. Como las palabras se las lleva el viento, en VMware se malician que el empleador de Vogels prepara una nueva iniciativa, y que será pronto.

Aunque se ha incorporado tarde a la carrera, Microsoft puede ser un enemigo más peligroso para VMware que Amazon: 1) ha conseguido abrir una brecha en el mercado de virtualización, 2) Azure puede entenderse como una propuesta de nube híbrida, y 3) la reciente compra de StorSimple podría servir para apuntalar el almacenamiento cloud. IBM, HP, Rackspace y numerosos operadores están tratando de reconvertir sus nubes (públicas o privadas, según los casos) en híbridas. Puede llegar a ser una aglomeración competitiva.

Claro que VMware tiene una gran ventaja de partida, el altísimo número de clientes de sus soluciones de virtualización. Y gracias a ello, otra ventaja sobre cualquier otro proveedor de IaaS: una plataforma de gestión común que puede servir tanto para una nube pública como para otra privada, aunque esto dependería del nivel de adopción que haya conseguido vCloudDirector entre sus partners, algo que desde fuera no se ve claro.

Este es, por tanto, otro flanco a considerar: a diferencia de sus presuntos rivales, VMware no cuenta con una trama propia de centros de datos para prestar servicio [consecuencia de ser una empresa de software, no de infraestructura]. Tras los equívocos creados por CloudFoundry – ahora transferida a la nueva Pivotal – el modelo de negocio de la unidad Hybrid Cloud Services quiere apoyarse en la capacidad instalada de los partners, y Gelsinger lo ha expresado así: «las cargas de trabajo que se lleve Amazon, las perderemos ustedes y nosotros». La frase es redonda, pero los partners a los que pide que acompañen esta aventura, no tienen mentalidad de exclusivistas.


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