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  4/05/2021

Empresas más digitales, pese a la pandemia

A primera vista, cualquiera diría que es un indicador positivo. Las grandes empresas españolas han dado un salto adelante en su digitalización en 2020: un 42% dice haber alcanzado un estadio avanzado, frente al 24% que decía lo mismo en 2019. Pero no son todas las que están: ese indicador no es tan positivo entre las pymes [10 a 99 empleados] cuya “autopercepción digital” las sitúa (57%) en el nivel intermedio inalterado durante los dos últimos años. Estas son algunas de las pistas que ofrece un exhaustivo estudio promovido por Vodafone España por cuarto año consecutivo, sobre un total de 3.554 entrevistas realizadas en diciembre. El impacto de la pandemia se hace notar en el análisis.

La reducción de actividad a partir de marzo ha sido determinante. Entre el 7% y el 14% de las empresas tuvieron que paralizar su actividad y, en torno a la mitad, han experimentado importantes perturbaciones. Ante la necesidad de ajustar sus estructuras y sus costes, el 46% de las empresas optaron por acogerse a un ERTE, en mayor proporción cuanto más numerosa fuera su plantilla.

No obstante, es llamativamente alto el porcentaje de empresas que ante la pregunta de cuánto ha influido la pandemia en sus procesos de digitalización, responden “poco” o “nada”; por cierto, la segunda respuesta ha sido más frecuente entre las pymes (31%) que entre las grandes (19%).

Se puede interpretar que estas dificultades han contribuido a la búsqueda de soluciones que, a la postre, incitan al crecimiento del gasto en TIC. Por supuesto, es un rasgo que dista de ser exclusivo de España, a tenor de estudios publicados últimamente. Pero lo que aquí importa es que nada menos que un 95% de las grandes empresas españolas ha aumentado en 2019 y 2020 su inversión tecnológica y más de la mitad (63%) dice contar con un plan de digitalización. A saber.

Entre las grandes empresas, se ha detectado esta tendencia en todos los sectores, con niveles de más del 88% de las 400 encuestadas. En cambio, la incertidumbre parece haber mermado la voluntad inversora de las pymes: baja ligeramente el número de las que aumentaron la inversión, aunque estadísticamente muestran un saludable 82%. Atención: conviene tomar con pinzas esta respuesta, porque al mismo tiempo sólo una tercera parte de las 1.235 encuestadas tiene, o dice tener, un plan de digitalización.

Otra buena noticia es que incluso las microempresas y los autónomos han aguantado el envite de la pandemia, al extremo de que sus inversiones en TIC aumentaron en un 61% de los casos.

Los sectores que se reconocen como más avanzados entre las grandes empresas son el comercio mayorista (50%) y la hostelería (49%), siendo el comercio minorista el que más margen tiene para mejorar, ya que tres de cada cuatro empresas están en un escalón intermedio.

En tal contexto, esta primera crónica sobre el Observatorio Vodafone de la Empresa 2020 se centra en las organizaciones de más de 10 empleados – pymes y gran cuenta – por su tracción de las tendencias dominantes. En consecuencia, sólo se hará contadas referencias a las microempresas y se dejará para una segunda parte cubrir las peculiaridades de las administraciones públicas.

El cuestionario del estudio de Vodafone ponía el acento sobre las diferencias en el modo de abordar las estrategias de digitalización, así como sobre los compañeros de viaje que eligen las empresas encuestadas. En general, dos de cada tres han repartido esa responsabilidad entre varias personas, pero se va abriendo paso la figura de Responsable de Transformación Digital: ya la tienen un 6% en las grandes y un 4% en las pymes. Prima la combinación de personal propio con externo, llegando a un 71% de los casos de gran empresa, mientras en las pymes esta propensión se atempera.

En los modelos mixtos, con un cierto grado de externalización, las empresas locales de TI aparecen favorecidas en todos los segmentos considerados en el estudio: en la gran empresa se llevan el 73% de los contratos, mordiendo negocio a los operadores (52%) y las consultoras (33%). En concreto, se observa una pérdida de peso de estas últimas por comparación con el estudio de 2019. En las pymes, ese perfil se consolida, cayendo la  participación de los operadores (40%) en proyectos de digitalización, mientras sube aún más la de proveedores locales hasta el  84%. Tiene lógica que microempresas [que, por cierto] están representadas por 1.619 respuestas] privilegien a proveedores de su entorno, pero sorprende que recurran poco (36%) a los operadores.

Desde una visión más tecnológica, el número de soluciones digitales contratadas por las grandes empresas roza una media de siete, el doble que en las pymes. Bien es cierto que la conectividad (98% en ambas categorías) y la seguridad de la red encabezan la tabla en ambos casos. Aunque es de resaltar que en el 62% de las grandes empresas se va consolidando la ciberseguridad cloud.

A propósito de la nube, el 95% de las grandes empresas son clientes de algún servicio cloud, pero a su lado no deslucen las pymes (85%). Las aplicaciones más utilizadas son las de backup como servicio, pero en el caso de las pymes puede que sorprenda el alto porcentaje de soluciones cloud de centralita: un 44% de las respuestas en esta categoría.

Conforme a los resultados de la encuesta, las grandes empresas apuestan decididamente por la nube privada (72%) por delante de los servicios de cloud pública (59%). El desglose por sectores indicaría que el comercio mayorista es el que más tira del modelo cloud: un 82% de la nube privada y un 67% de la privada. Las empresas de más de 500 empleados se decantan por la pública en mayor proporción que las del tramo de 100 a 500 puestos de trabajo.

Otro apartado se dedica a los servicios de internet de las cosas (IoT), siendo mayoritarias la gestión y monitorización de activos (82% en las grandes empresas y 59% en las pymes) así como las aplicaciones de control laboral (76% y 56% respectivamente).

En cambio, la llegada de 5G todavía se percibe con reservas y menos de la mitad (48% en las grandes y 44% en las pymes) lo consideran relevante para su negocio. El sector más convencido de sus ventajas es el de transporte / logística (65% y 52% respectivamente). A buen seguro, la división Vodafone Business habrá tomado buena nota de las respuestas a este apartado.

Por otro lado, las tecnologías que menos interés despiertan entre las empresas son la realidad aumentada y la realidad virtual, ambas con un 10% de respuestas positivas en la gran empresa y porcentajes inferiores en las pymes. La conectividad y la ciberseguridad son dos asuntos relevantes para la mayoría de las empresas consultadas; lo contrario ocurre con otro argumento habitual del marketing de los proveedores de T, la inteligencia artificial. En una demostración de que sus preocupaciones son terrenales, las empresas encuestadas otorgan bajos porcentajes de respuesta a capítulos tan jaleados por los medios, tales como blockchain o incluso big data, aunque ciertamente son más notorios cuanto más grandes son las empresas. Un sector que se desmarca de esta tónica es la industria: la robótica interesa al 52%, la IA al 24% y la realidad aumentada al 15%.

El diseño del cuestionario hace hincapié en las motivaciones que animan a las empresas a embarcarse en estrategias de digitalización. La búsqueda de eficiencia en los procesos está en lo más alto, con algo menos de un tercio de las empresas, sin diferencia apreciable por tamaño. Es curioso que, tras constatar que un 82% de las grandes empresas considera que la tecnología mejora las relaciones con los clientes [en las pymes llega al 75%, que ya es noticia] podía esperarse que citaran esa prioridad en sus inversiones. No es así.

Las pymes han aumentado once puntos porcentuales su valoración de la comunicación con el cliente (24%), convirtiéndola en segunda palanca de la digitalización, pero ese porcentaje baja al 19% en las grandes empresas. Por cierto, cuando a estas se les pregunta por su principal motivación para digitalizarse, tienen propensión a destacar la reducción de costes y el ahorro de tiempo.

Atendiendo a las barreras para la digitalización, las dos principales son la falta de formación tecnológica (27% entre las grandes, 24% entre las pymes), lo que bien merece un repaso de las políticas vigentes dentro de las empresas, porque la proporción era del 4% y 3% hace dos años. El frente en el que más se ha avanzado es la reducción de la resistencia al cambio por parte de los empleados: en 2019 era señalado por el 25% y el 14% de las empresas, pero un año después ha bajado al 10% y el 6% respectivamente. Para cerrar esta crónica con un dato halagüeño: las pymes han atajado la carencia de personal cualificado, parámetro que entre 2019 y 2020 ha bajado del 16% al 9% actual.

[informe de David Bollero]


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